El pasado 3 de septiembre, desde el mediodía, diferentes grupos de jóvenes, mujeres, estudiantes, activistas, familiares de víctimas de violencia, trabajadores y trabajadoras y otros núcleos sociales, se dieron cita. |
El pasado 3 de septiembre, desde el mediodía, diferentes grupos de jóvenes, mujeres, estudiantes, activistas, familiares de víctimas de violencia, trabajadores y trabajadoras y otros núcleos sociales, se dieron cita en el “Espejo de agua”, que se encuentra ubicado en la parte trasera del edificio de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), todas estas personas convocadas por la colectiva Nahualli Socialli y el medio independiente La molocha.
La segunda edición del “Festival por la Dignidad de la Vida”, se realizó en esta fecha de gran simbolismo y como espacio para conmemorar el deleznable ataque porril, ocurrido en la misma fecha, del año pasado. Hace un año, en el que grupos porriles golpeaban estudiantes frente al edificio en el que despachan las “autoridades universitarias” y ante el cual fueron omisos y no intervinieron de ninguna manera, abandonando a su suerte a los estudiantes que ahí se congregaban.
El Festival más que ser un espacio donde se impartieron talleres, se intercambiaron diferentes mercancías y donde hubieron diferentes conciertos musicales, fue un espacio para darle voz a quienes fueron afectadas y afectados por los diferentes tipos de violencia, emanadas del ámbito universitario y más ampliamente de la violencia social, se contó con la presencia de Víctor Caballero del Colectivo Aequus, y Lourdes Mejía miembro activo de la Coordinación de familiares de estudiantes víctimas de violencia, y madre de Carlos Sinuhé, joven asesinado extrajudicialmente en 2011.
Dentro del evento que buscó celebrar la vida y reapropiarse del espacio universitario, se pronunció Karl De Negri, por una auténtica reparación directa del daño por parte de la UNAM hacia quienes sufrieron afectaciones por el multimencionado evento, pero paralelamente llamó a concatenar las diferentes luchas y causas que nos unen y de esta manera transformar nuestra realidad, teniendo como medio, la construcción de redes de apoyo, justicia y verdad.
Durante el transcurrir del Festival, arribó el contingente emanado del Plantel Azcapotzalco del Colegio de Ciencias y Humanidades, donde se dieron muestras de solidaridad con las compañeras y compañeros de dicho contingente y posteriormente se les respaldó en el acto de protesta que realizaron frente a la Rectoría y con las letras de #Autonomía90 y #HechoEnCU.
Alrededor de las 17:30 horas, cuando se empezaron a despedir las actividades del evento, se había logrado uno de los cometidos, llevar a la reflexión colectiva del fin y destino de la lucha por quienes padecen (mos) a diario de violencia, buscando a demás sectores sociales a empatizar y traer nuevas formas de organización ajenas a la lógica del sistema-mundo capitalista, sembrando la inquietud en las más de mil personas que asistieron a lo largo de la jornada, la inquietud planteada en pregunta: ¿Cómo me sumo de manera participativa a la erradicación de las violencias en mi entorno cercano? |