Frente a la discusión en el parlamento sobre la reducción de la jornada laboral a 40 horas, el presidente del Banco Central, Mario Marcel, señaló que: “junto con otras propuestas en carpeta, podría aumentar en hasta 29% el costo para las empresas”, detallando que la implementación de proyectos que aumentan derechos laborales - como sala cuna universal y la reforma de pensiones - “pueden elevar el costo laboral para las empresas entre un 15% y un 29%”.
Tras una reunión con la bancada transversal por las 40 horas y el abogado constitucionalista Patricio Zapata (cercano a la DC), la diputada Camila Vallejo (PC) cuestionó los dichos del presidente del Banco Central, refiriendo que “es algo que ellos también tienen que ser capaz de responder, porque son los mismo que han prometido una reactivación económica que no han podido cumplir”, y que “la verdad no sé si corresponde” que el titular del emisor “se pronuncie sobre propuestas específicas”, apuntando además que “cuando se aplicó la reducción de la jornada en el 2005 la economía no estaba bien parada y esto nunca fue un argumento para trabar una reforma de esta envergadura”.
La posición de Mario Marcel sobre los costos para el empleador que implicaría llevar adelante una reducción de la jornada laboral, más los costos de proyectos que “aumentarían los derechos laborales” - como salas cuna y pensiones - es un argumento para respaldar la constante campaña del terror que ha llevado adelante el gobierno junto a sectores del empresariado, incluyendo amenazas de despidos. Sebastián Piñera ha señalado, en este contexto, que acudirá al tribunal constitucional e incluso utilizará el veto presidencial para frenar todo avance del proyecto.
Frente al debate de los costos, Camila Vallejo, a la vez que responde emplazando a que sea el gobierno quien de respuesta, argumentando que “es algo que ellos también tienen que ser capaz de responder, porque son los mismo que han comprometido una reactivación económica que no han podido cumplir”, negocia con la DC los 5 años de gradualidad en las pymes, acción que no es más que negociar con los empresarios la mejor forma de precarizarnos a favor de sus bolsillos, como lo han hecho hace años a base de contratos flexibles e inestables como los más de 700 mil trabajadores subcontratados, quienes en su mayoría son mujeres, jefas de hogar con hijos e incluso abuelos que mantener, con sueldos que bordean los 280 mil pesos.
Es por ello que quienes trabajamos debemos avanzar a discutir sobre cuánto y cómo queremos trabajar, en asambleas en nuestros lugares de trabajo, organizándonos en coordinaciones, para que seamos nosotros quienes decidamos cómo trabajar y vivir, sin confiar en el gobierno y los partidos empresariales, que sabemos han abultado sus grandes ganancias a partir de la flexibilidad que no es más que precarización de la clase trabajadora en su conjunto.
Es necesario que las y los trabajadores nos organicemos en asambleas y coordinadoras para que junto a la juventud y las mujeres podamos poner en pie un gran movimiento por la reducción de la jornada laboral y que todo costo que implique esta demanda sea pagada por los grandes empresarios con las grandes riquezas que han acumulado durante todos estos años a costa de la precarización del trabajo de millones. |