Más de 300 personas, entre ellos familiares, amigos y otros sectores de trabajadores, se congregaron este día domingo 8 de Septiembre, en un bingo programado como una actividad para solventar los descuentos hechos por la gerencia de Clínica La Portada durante la huelga legal que realizaron las y los trabajadores del centro de salud privado.
En una jornada que superó todas las expectativas de asistencia por parte de las y los trabajadores de la Clínica, pudimos evidenciar la solidaridad y el apoyo que entre los mismos trabajadores y sus familiares y cercanos, que son capaces de responder ante una situación adversa, en este caso los brutales descuentos por parte del empresariado dueño de Clínica La Portada, quienes mantuvieron su intransigencia hasta el final de la misma huelga.
Pero, la exitosa jornada, nos permite cuestionar nuevamente a un sistema político y económico en la que se deben realizar estas actividades como una forma de resistir a los ataques de los empresarios, o incluso (y más comúnmente) de poder costear los costosos tratamientos médicos a los que deben ser sometidos justamente quienes no tienen las condiciones para poder acceder a ellos.
No es raro ver semana a semana, como son las y los trabajadores y sus familias quienes deben realizar bingos, rifas, completadas o un sin número de actividades para poder costear tratamientos médicos costosos, viajes al extranjero cuando no se encuentran estos tratamientos en nuestro país, o inclusive para poder pagar las millonarias deudas que dejan las atenciones en un sistema de salud de mercado como el nuestro.
El 2018, fue duramente criticado el Ministro de Educación de entonces, Gerardo Varela, por cuestionar los pedidos que hacen cientos de estudiantes, docentes y familias de que el Estado se haga cargo de los problemas de infraestructura presentes en escuelas y liceos. ¿Y por qué no hacen un bingo? fue lo que dijo el secretario de Estado, demostrando cuál es la línea que sigue el gobierno empresarial que mantiene los pilares de la Dictadura y con ello sistemas de educación y de salud de mercado, en donde finalmente, son los usuarios quienes deben recurrir a estas actividades económicas para poder salir al paso de sus problemáticas.
Con esto en evidencia, debemos modificar esa pregunta del Ministro, y plantear una propia: ¿Por qué debemos hacer bingos? Mientras los grandes empresarios siguen llenando sus bolsillos a costa no solo de nuestro trabajo, si no de la mantención de sistemas que ven como un gran negocio derechos básicos de la población como son la salud, la educación o la vivienda. La solución a estas problemáticas deben ir de la mano de la organización de las y los trabajadores en sus lugares de trabajo, de los estudiantes en sus lugares de estudio y en conjunto con todos los sectores afectados, cuestionemos y nos propongamos acabar con este sistema precarizador, que solo trae beneficios a un porcentaje minoritario de la población, los grandes empresarios.
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