Con una COB subordinada al Gobierno, varios sectores de trabajadores pelean en soledad: mineros de San Cristóbal, fabriles de Cochabamba y Santa Cruz, trabajadores en salud, trabajadores aeroportuarios y muchos otros tienen que enfrentar solos la vulneración a sus derechos laborales.

A un poco más de un mes de las elecciones nacionales, diversos sectores alentados por la coyuntura, intentan hacer respetar sus derechos laborales sistemáticamente vulnerados en los últimos años. Sin embargo las luchas que se han desarrollado las últimas semanas, se desenvuelven aisladas, sin coordinación efectiva y sosteniendo demandas esencialmente corporativas y sindicales. Con una COB (Central Obrera Boliviana) ocupada en la campaña electoral y las candidaturas que le ofreció el Gobierno, intentan actuar de “bomberos” de las luchas sociales y llevar calma a los centros de trabajo.

Los mineros de San Cristóbal (de la trasnacional japonesa SUMITOMO), luego de más de dos semanas de huelga indefinida exigiendo el cumplimiento del laudo arbitral, recibieron una estocada por la espalda de parte del Gobierno y del ex burócrata Milton Gómez, hoy en calidad de ministro de trabajo. El Ministerio de Trabajo emitió una resolución anulando el Laudo que habían ganado los trabajadores y empujando a la firma de un nuevo convenio el viernes 6 de septiembre. El nuevo convenio además de diversos acuerdos con respecto a bonos, otorga un bono especial por única vez de 35 mil bolivianos por trabajador, lo que equivale a un monto muy inferior que los trabajadores debían haber recibido con el laudo arbitral. El convenio, auspiciado por la COB y la FSTMB (Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia) pone en evidencia el papel cómplice de la burocracia y el Gobierno con la trasnacional SUMITOMO, para vulnerar los derechos de los trabajadores. Mientras lograron desactivar este importante conflicto, se mantienen movilizados los trabajadores mineros de la Chojlla y los de Tierra S.A.

En el caso de los médicos están pidiendo dotación de medicamentos, insumos y reactivos para la aplicación del Sistema Único de Salud (SUS); garantizar el proceso de institucionalización de los cargos médicos; ser incluidos en la Ley General del Trabajo con el respeto de sus seis horas de trabajo; que sean nombrados como sector estratégico y finalmente abrogación de la Ley que declara prioridad la construcción de 67 establecimientos de salud de la Caja Nacional. Trabajadores de SABSA (Servicio de Aeropuertos de Bolivia) hace semanas que vienen denunciando los atropellos por parte de la gerencia de Milton Claros a los sindicatos que tienen a 13 dirigentes procesados. Y que últimamente han sufrido el despido de una funcionaria por presión política por parte de la presidenta del senado Adriana Salvatierra. Sectores fabriles que están siendo afectados también pelean en soledad en otros departamentos del país.

El Gobierno en carrera electoral a optado por recurrir al poder judicial para presionar a los sindicatos que no comulguen con las políticas que lleva a cabo. En sectores como salud se está amenazando con procesos penales a los dirigentes, en sectores, como el aeropuerto se tiene 13 dirigentes procesados con causas penales y a dirigentes fabriles se los persigue políticamente. Bajo este ambiente los empresarios gozan de impunidad para no cumplir leyes o derechos básicos.

Hoy el Gobierno está en un giro cada ves mas contra los trabajadores, desarrolla y extiende políticas como el Estatuto del Funcionario Público en sectores como el aeronáutico, trabajadores estatales; el estatuto de la salud que pretende negar derechos, así como eliminar sindicatos fabriles que no comulguen con el Gobierno.

Los trabajadores que estamos siendo atacados por los empresarios y el Gobierno, que actúa como un patrón más, tenemos que unirnos. Si continuamos luchando solos la perspectiva de nuestras luchas es la derrota. Tenemos que unirnos para defender la independencia política de nuestros entes matrices hoy cooptadas por el Gobierno. Tenemos que fortalecer con un contenido más político y no corporativo, los intentos de unir a los sectores atacados por el Gobierno. Solo la intervención política puede denunciar efectivamente el rol de la burocracia sindical, el Gobierno y la oposición de derecha. Impulsemos la coordinación de las luchas, discutamos la articulación de bloques de sindicatos, organizaciones obreras y populares, estudiantiles y otras para pelear por la independencia política de nuestras organizaciones recuperando la unidad sobre la base de la democracia obrera hoy pisoteada por los dirigentes que actúan como policías sindicales contra las bases y al servicio del Gobierno.