Moody’s parece tomarle la palabra a López Obrador de que no incrementará la deuda, pero sus analistas estiman que la conjunción de bajo crecimiento y recorte al gasto (terrenal, nada cósmica) puede afectar negativamente el crecimiento económico y la recaudación fiscal de México hacia 2021.
“2021 puede ser el año más dificil, si continuan como hasta ahora, puede ser un año todavía más critico por la acumulación de bajo crecimiento y recortes a un presupuesto que ya es de entrada relativamente austero”, señaló en conferencia de prensa Ariane Ortiz, analista de Moody’s para México.
En junio pasado esta calificadora ubicó la nota de México (A3) en revisión negativa con el argumento del apoyo financiero que el Estado debe dar a Pemex y al bajo crecimiento económico. Con el agravante de que el gobierno acaba de tomar más deuda para financiar a la petrolera.
Una perspectiva negativa indica que hay un 30 % de probabilidad de un recorte de calificación, según Ortiz.
El análisis de las calificadoras es la visión de aves de rapiña que vigilan las finanzas nacionales de los países para que los acreedores, sean fondos de inversión, otros estados u organismos internacionales tengan garantías de que cobrarán las deudas y los intereses por el dinero prestado.
Así, en este caso, mientras el gobierno de López Obrador pronostica un crecimiento de entre 1.5 y 2.5 % para 2020, Moody’s prevé un crecimiento de hasta 1.5 % en su mejor escenario.
El objetivo de un incremento de 2 % en la recaudación fiscal que se puso la actual administración en el Paquete Económico 2020 es poco realista según la calificadora.
De acuerdo con Ortiz, las dificultades se darán porque el gobierno puede quedarse sin margen para más recortes al gasto -o sin ahorros una vez que haya utilizado los recursos del fondo de estabilización-, por lo que sería necesario tomar más deuda.
Esto cuando el saldo del endeudamiento externo bruto de México se incrementó en 9 mil 519 millones de dólares durante en el primer trimestre del 2019, para llegar a 456 mil 251 millones, según cifras publicadas por el Banco de México a fin de julio pasado. Esa es deuda que paga esencialmente el pueblo, con impuestos como el IVA.
A su vez, medidas como exigir el pago del Impuesto sobre la Renta a ventas por catálogo, una actividad que desempeñan en su mayoría mujeres, sean amas de casa o trabajadoras, para completar sus ingresos golpean directamente a los sectores populares.
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