Cecilia Quiroz
| Bachiller en Historia, militante de Pan y Rosas Perú y la CST
El segundo día de huelga de los trabajadores mineros del Perú, se desarrolla en medio de una violenta represión policial en Lima y en el interior del país.
Esto se dio mientras los trabajadores se movilizaban por el centro de la ciudad de Lima en dirección a la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo y fueron brutalmente reprimidos por miembros de la Policía Nacional, quienes lanzaron bombas lacrimógenas a los manifestantes y trataron de dispersar la movilización utilizando caballos y carros lanza agua. En minas del interior del país, los trabajadores también han sido reprimidos cuando se movilizaban y se les ha cortado los servicios eléctricos en los campamentos mineros.
Como muestra de la intolerancia del Gobierno central y de su vinculación a los intereses empresariales, la Ministra de Trabajo y Promoción del Empleo Sylvia Elizabeth Cáceres Pizarro, ha declarado como ilegal la huelga, con lo cual pretenden amedrentar a los más de 45 mil trabajadores que desde el martes 10 de septiembre iniciaron esta huelga nacional indefinida. Cabe recordar que desde hace 30 años la Federación Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú no realiza una medida de fuerza de esta magnitud. Sin embargo y como consecuencia de la desaceleración económica en curso, desde el año 2017 se vienen dando luchas importantes de los trabajadores mineros, como fueron las huelgas protagonizadas por los trabajadores de Cerro Verde y Southern.
Las demandas centrales de los trabajadores mineros en esta oportunidad se expresan en el rechazo a La Reforma Laboral dada por el Gobierno a través de los decretos supremos 345-2018 EF y 237-2019, así como en la exigencia al ejecutivo para que se dé la negociación colectiva por rama de actividad. Por otro lado, también exigen que los trabajadores de las empresas contratistas pasen a planta ya que actualmente más del 70% de los trabajadores mineros se encuentran trabajando bajo la modalidad de services por tanto su trabajo es precario.
Desde el Distrito de Parcoy, provincia de Pataz en la Región La Libertad, integrantes del Sindicato Unitario de Trabajadores Mineros Metalúrgicos de Empresas Especializadas de la Minera MARSA, nos escribieron señalándonos que:
Aquí estamos acatando la huelga al 100%, esta todo paralizado. La empresa nos ha cortado la energía eléctrica para no poder ver las noticias y no poder cargar nuestros celulares. El actual viceministro de Trabajo es funcionario de Marsa.
La represión en esta mina está a la orden del día, por eso, son cientos de policías los que han llegado de ciudades aledañas para vigilar el campamento y evitar que los trabajadores se movilicen y realicen sus acciones propias de la lucha.
En Arequipa la concentración se dio en la Plaza España, desde donde cientos de trabajadores mineros provenientes de diversas minas de toda la región iniciaron su desplazamiento y movilización por las principales calles de esta importante ciudad sureña.
El gobierno de Martín Vizcarra solo ha respondido con represión a los miles de trabajadores que hoy se encuentran en lucha, igual como lo hace con los campesinos del Valle de Tambo que llevan casi dos meses en huelga contra la instalación del mega proyecto minero Tía María. Los empresarios y el Gobierno dicen que la minería trae “desarrollo y progreso”, pero olvidan decir que ese “desarrollo y progreso” es solo para los dueños de las empresas mineras y para la casta de políticos que los defienden desde el parlamento y el ejecutivo, porque para los trabajadores solo hay precariedad y bajos salarios y para las comunidades aledañas a los centros mineros solo les queda contaminación del medio ambiente y pobreza.