Durante este fin de semana se organizaron encuentros en Haedo, Morón centro, Barrio Carlos Gardel, Hurlingham, donde también participaron colaboradores de la campaña de Ituzaingó. La idea fue comenzar a poner en pie comités de organización en apoyo al Frente de Izquierda Unidad. Docentes, estudiantes de secundarios y terciarios, trabajadores industriales, jóvenes precarizados, mujeres y artistas se cruzaron para intercambiar experiencias.
Conversaron sobre las consecuencias de la devaluación, y el infierno del FMI que atraviesa la vida de los trabajadores, mujeres y jóvenes. Incluso, charlaron sobre cómo el ajuste impacta en sus propias vidas.
En este sentido, varios expresaron que:
"Trabajo en una farmacia en Castelar y estudio en Capital. Realmente se hace difícil sostener el estudio” cuenta un joven trabajador y estudiante universitario.
Una docente, madre y sostén de hogar comentaba que ya no tiene horas disponibles en el día para sumar módulos y aún así le cuesta llegar a fin de mes.
Una joven, estudiante de la secundaria, contó cómo hace un año está buscando trabajo y no consigue, porque a pesar de ser menor y estar estudiando, necesita ayudar a su mamá con los gastos.
En otro comité, un trabajador sostuvo: “La deuda la tendrían que pagar los que la adquirieron, hay que investigar la deuda” sostuvo otro joven trabajador.
“No existe un caso de un país que hayan salido de la crisis e industrializado pagando deuda” como planteó un docente.
“Siempre nos ajustan a nosotros y a los empresarios no los toca nadie” agregó una colaboradora que tiene dos trabajos para llegar a fin de mes.
Desde el Frente de Izquierda, se planteó desde un primer momento que tanto Macri como sus cómplices generaron una crisis que está pagando el pueblo trabajador. Esto no podría haber sido sin la ayuda los gobernadores y diputados peronistas que le votaron las leyes y que hoy integral las listas del Frente de Todos.
Ellos gobiernan para los empresarios, banqueros y terratenientes que, sin ir más lejos, el lunes posterior a las PASO profundizaron el ataque con una brutal pulverización al salario y suba de precios. Mientras, Alberto Fernández dice que el dólar a $60 es “razonable” y que frente al saqueo hay que “evitar estar en las calles”.
Fiel a estas coordenadas, los sindicatos miran para otro lado y dejan aisladas luchas como las de Chubut, donde los trabajadores estatales reclaman hace meses por su salario. Como dijo una docente “los sueldos se devaluaron y los sindicatos y el peronismo no hacen nada”.
Otro trabajador comentó que “hay mucha esperanza puesta en un salvador que arregle todo lo que dejó el gobierno anterior y siempre es así. Hay que advertir que no hay salida por ahí”
“¿Como pueden decir los sindicatos que salir a las calles por nuestros derechos es hacerle el juego a la derecha?” planteó una joven trabajadora.
Los comités que se pusieron en pie buscan organizar la fuerza que banca a la izquierda en todo el país. Como dijeron algunos en las reuniones: “La izquierda es la única que está siempre en las luchas y hace lo que dice”. En el comité del barrio Carlos Gardel, varios destacaron que "la izquierda busca llegar con materiales novedosos y en las redes sociales para que todos puedan tener acceso a estas ideas".
Desde el FIT Unidad se propone dejar de pagar la deuda e invertir las prioridades y que la plata vaya a educación, salud, trabajo, vivienda y jubilaciones.
Trabajo estable para todos y aumento de las jubilaciones, salarios y planes, acorde al aumento de la inflación. Reparto de horas de trabajos para eliminar la desocupación y ocupación y puesta a producir de toda fábrica que cierre.
Para frenar la fuga de capitales, ayudar a los pequeños productores y preservar a los pequeños ahorristas, es necesario nacionalizar el sistema bancario con un banco único controlado por sus trabajadores. Acompañado por el monopolio del comercio exterior para que el pueblo pueda saber y controlar la entrada y salida de divisas.
Para pelear por estas demandas, hay que ganar las calles. Como planteo un joven trabajador precarizado de La Gardel: “yo discuto con todos mis amigos que hay que salir a luchar, nos tenemos que quedar en las calles”. Para eso, el FIT U exige que la CGT convoque a un paro nacional de 36 horas y plan de lucha junto a la CTA, organizaciones sociales, estudiantiles y el movimiento de mujeres, con asambleas en lugares de trabajo y estudio para decidir cómo intervenir.
Como se planteó en los comités: “Estas tareas pueden parecer muy complicadas, pero hay que demostrar que es posible. Que se va a necesitar mucha gente que las banque, las apoye y pelee por que salgan”.
Muchos, también destacaron que “la juventud muestra algo distinto” y “toma las ideas de la izquierda”. Como planteó un trabajador ceramista “si toda la vida se intentaron las mismas respuestas para los mismos problemas y nunca funcionó, es hora de pelear por algo distinto, y yo veo en la fábrica como los más jóvenes nos muestran ese camino”.
En cada reunión se debatió sobre los temas más sentidos que nos atraviesan: el movimiento de mujeres y la organización por nuestros derechos, la pelea por por el cuidado del medio ambiente, las condiciones laborales de precariedad, la situación de la escuela pública. “Son ellos o nosotros”, significa que no hay medias tintas, y que la salida debe ser anticapitalista.
El tiempo no alcanzó, pero estos espacios se seguirán llevando adelante y la idea es que sumen todos/as los que acompañan al FIT Unidad.
Entre las actividades que surgieron llevar adelante, se estarán volanteando barrios, plazas, difundir las medidas de urgencia que propone la izquierda en las escuelas, realizar actividades culturales, apoyar a trabajadores en lucha como Chubut y la de la fabrica de "Mielcitas".
Se hizo eje en poder invitar a todos los amigos, familiares, compañeros de trabajo o estudio, vecinos, al acto del Frente de Izquierda Unidad este 5 de octubre. La propuesta es impulsar y participar de un gran acto, reuniendo a los cientos de colaboradores y simpatizantes que apoyan una alternativa de los trabajadores para salir de la crisis, para darle un gran mensaje político a los poderosos de que existe una fuerza que se moviliza en las calles contra sus políticas de ajuste. |