La historia de Romina Stolarowa, es una de los testimonios publicados en el libro de Nicolás del Caño, "Rebelde o precarizada: vida y futuro de la juventud en tiempos del FMI. De los noventa a la era Macri".
Este fin de semana, Romina estuvo junto al candidato a presidente por el Frente de Izquierda Unidad, en la presentación del libro en Córdoba. Romina contó su historia de vida y militante, en el capítulo que aborda la precarización que padece la juventud en lo que se conoce como "economía de plataformas".
Fue candidata a legisladora en las elecciones de la provincia y hoy es referente de los trabajadores precarizados en el sector de aplicación.
Julio es otro joven cordobés que pasó por varias experiencias laborales para el olvido y que ha hecho enormes esfuerzos por trabajar y estudiar a la vez. Al igual que Romina, en otro capítulo cuenta cómo trabaja la juventud bajo la modalidad de la tercerización. Relata crudamente la realidad de la juventud que arriesga su vida colgada en los postes de las empresas de cable: "Un compañero salteño de 30 años se murió electrocutado. Nosotros no trabajamos con lluvia, pero a veces ni bien para de llover nos mandan a trabajar a algún techo que todavía está mojado y es re peligroso. Un compañero mío se cayó de un techo de tejas una vez. Tengo muchos compañeros que se han caído de techos, que han cobrado ART porque han perdido porcentaje de movilidad en las rodillas más que nada. Esas cosas pasan, se rompen las escaleras y nos caemos, se quiebran los postes, nos agarra la electricidad".
"Lo que me generó el libro a la hora de leerlo fue muchísima bronca. Más que nada porque al leer los testimonios de las compañeras y los compañeros a nivel nacional en los diferentes tipos de trabajo, es imposible no recordar experiencias propias, que uno haya pasado" arrancó Romina en la presentación. "Yo, teniendo 23 años ya he pasado por 12 trabajos y sé perfectamente que mis compañeros y compañeras, con los que pedaleo todos los días y me los cruzo todos los días, han pasado por la misma o por más cantidad de trabajos aun", agregó.
"Siempre me acuerdo de una compañera que todavía me hablo, que estudiaba licenciatura en comunicación para especializarse en radio. Una compañera que salió del call center, despedida obviamente, que tenía las cuerdas vocales rotas, que no podía hablar de tanto estar todos los días comunicándose por llamada. Justamente estos testimonios son los que dan más bronca, son los que más prenden el fuego para organizarse", afirmó Romina. |
