Desde el primer día del sorpresivo despido a los trabajadores y el cierre de la fábrica, la juventud estuvo presente, nadie nos la tuvo que contar. Nosotros vivimos esta realidad que atraviesan las familias trabajadoras en nuestros propios hogares. Nuestros papas y mamas despedidos, escuelas que se caen a pedazos, pobreza en los barrios, una realidad que se vive a lo largo de todo el país, donde el ajuste golpea los bolsillos de los que menos tienen.
Los estudiantes acompañamos a los trabajadores que en las calles reclaman que el gobierno de Martiniano Molina y María Eugenia Vidal apoye la naciente gestión obrera para reactivar la empresa. Cómo dicen los laburantes, no vamos a permitir que nuestras familias sigan pasando hambre mientras los empresarios siguen en sus countrys y sus 4X4.
Las muestras de solidaridad que expresamos con fotos y videos en las redes sociales y con juntadas de alimentos en las escuelas la organizamos estudiantes de la agrupación No Pasarán y la Juventud del PTS. Nos estamos organizando en las escuelas para construir Centros de Estudiantes combativos, democráticos y solidarios con los trabajadores para enfrentar el ajuste que están descargando Macri, el FMI y sus cómplices del peronismo.
Está naciendo una juventud que junto a los trabajadores se prepara para dar vuelta todo, porque no está dispuesta a resignar su futuro. Una juventud que quiere cambiar de raíz esta realidad injusta a la que nos quieren someter.
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