Una de las medidas adoptadas por el gobierno para intentar frenar la inflación, el congelamiento del precio de la nafta, llegó a su fin en menos de un mes de aplicación. Otra vez apoyándose en los cambios en el frente externo, relacionados a la disparada del precio del Brent tras los ataques a las refinerías en Arabia Saudita, se autorizó un aumento del 4 % en el precio de los combustibles líquidos desde el jueves.
Además, se establece un aumento del 5,58% del precio del barril reconocido a los productores de petróleo.
En un comunicado difundido por el ministerio de Hacienda se informó que, por la volatilidad internacional del precio del petróleo, no mantendrá el congelamiento de los precios de los combustibles que había anunciado hasta fin de año luego de la devaluación.
"El Decreto de congelamiento de los combustibles del 2 de septiembre de 2019 habilita a la Secretaría de Gobierno de Energía (SGE) a dictar, en la medida en que las circunstancias lo ameriten, los actos que resulten necesarios para ir normalizando los precios del sector con el fin de proteger al consumidor y sostener el nivel de actividad y el empleo", se lee en el comunicado.
Y agrega: “Dichas circunstancias se vieron notablemente afectadas a partir del incremento del precio del petróleo que derivó del ataque sufrido por las infraestructuras petroleras de Arabia Saudita. El precio del Brent aumentó 14% en un día, lo que representó la tercera variación más importante tras las sufridas en 1986 (15,1%) y 2009 (16,8%)”.
Precios que no bajan
El pasado fin de semana refinerías de Arabia Saudita –uno de los principales países productores de crudo- sufrieron ataques y en consecuencia se redujo en un 5 % la oferta mundial de petróleo. Esto permitió un salto de hasta un 15 % en el precio del crudo Brent que el lunes cerró a 69 dólares por barril.
El Gobierno argumentó que este hecho internacional imprevisto y la inmediata alza de precios inevitablemente impactan en la producción, la comercialización y el normal abastecimiento de los combustibles en nuestro país. Y, en consecuencia, para atenuar estos impactos, autoriza "una suba del 4% en los combustibles desde el jueves 19 de septiembre".
Los empresarios del sector igualmente reclaman que se trata de una “flexibilización” en el congelamiento de precios que todavía se mantiene vigente, ya que no se derogó el DNU.
Sin embargo, el martes los precios internacionales del crudo registraron una baja pronunciada, el barril de Brent cerró cerca a los 64 dólares y el miércoles a 63,59 dólares. Este retroceso se acerca al valor del viernes -previo al ataque a las refinerías- cuando el barril de Brent cerró a 60 dólares. Mientras el precio internacional del crudo retrocede, el fin del congelamiento de precios de los combustibles líquidos reconoce por un lado el peso de los empresarios petroleros y el malestar en las provincias que iniciaron causas judiciales por esta medida. La suba en los precios de la nafta y gasoil no tardaran en llegar, sumarán mayor presión a la inflación que se espera no baje de 55 % para 2019. El impacto en el poder de compra de los trabajadores y sectores vulnerables seguirá en aumento, el “populismo de emergencia” del macrismo encontrará sus límites en poco tiempo.
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