Sin embargo, ya habíamos puesto al descubierto el acta acuerdo para quien quiera sacarse las dudas. Desconocemos si el entrevistador pudo leer el acta, y más allá de que le de crédito a los dichos de Dragún, la verdad es que el dirigente miente ya que el acuerdo estipula textualmente lo siguiente:
1) Treinta por ciento (30%) menor durante los primeros veinticuatro meses.
2) Veinte por ciento (20%) menor durante los siguientes doce meses.
3) Diez por ciento (10%) menor durante los siguientes doce meses.
Como se ve, en ningún lugar se estipula un 15% a un año, lo que sería de por sí una entrega del convenio, sino exactamente el doble.
El verso de los puestos de trabajo
Bajo la excusa de cuidar los puestos de trabajo Dragún argumenta, con la ayuda del CEO de Renault, que "flexibilizar el convenio" era la única alternativa. Pero la verdad es que mientras se habla de incorporar trabajadores para fines del 2017, comienzos del 2018, en Renault se mantiene el apriete sindical y patronal para "retirar voluntariamente" y "jubilar anticipadamente" a decenas de trabajadores. Hay un abismo entre las promesas de nuevos puestos para el 2018 y los 800 que ya se perdieron en menos de dos años. El nuevo convenio no asegura la prohibición de despidos, sino que la ratifica y refuerza la línea de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas.
Mercados, sindicatos y overoles
Dragún nunca vistió un overol; sus manos nada saben del oficio mecánico ni de enfermedades laborales, aunque pueda "jubilar" a piachere a cuanto "roto" sobreviva en la planta. Hace unos años el periodista Carlos Marcó lo describía así.
Quizás el ambiente de oficina desde donde se mira al obrero como bestia de carga y variable de ajuste haya estimulado con creces la pasión por flexibilizar del hoy jefe sindical.
"Las movilizaciones no crean puestos de trabajo", me dijo con enconado enfado hace años, en la lucha por los puestos de trabajo en Iveco. Para este gremialismo, las fuerzas del mercado lo son todo y los esclavos de overol nada. Pero aquí entran los sindicatos, ¿para que están? A groso modo, aunque esto no se aprenda en las administraciones, los sindicatos fueron fundados en sus orígenes, centralmente para ponerle un freno "al mercado".
Es decir para evitar que los trabajadores sean exprimidos durante un período y luego sean expulsados a engrosar el ejército de desocupados. El ejemplo del convenio Fiat ilustra mejor esto que decimos. Sin meternos en los jugosos detalles de aquel convenio y todas las "instituciones" que lo hicieron posible, es sabido que la resultante fue una rebaja salarial del 40% al pasar del convenio UOM al SMATA. Es sabido que el momento de "esplendor" duró menos que lo que tarda en llegar al jardín de infantes desde su nacimiento la hija de un obrero. Menos de 5 años, del 96 al 2000, fue el tiempo en que el acuerdo SMATA-Fiat duró. Y dejó como saldo miles de desocupados.
Pero volviendo a la idea anterior, si suponemos por un momento que concedemos que "las movilizaciones no crean puestos de trabajo", lo que sí podemos afirmar categóricamente es que las "movilizaciones" y "los sindicatos" sirven por lo menos para evitar las pérdidas de los puestos de trabajo. Sin esto los Sindicatos no tienen razón de ser, aunque tengan muchas otras razones también.
Dragún agrega en la citada nota que: "cuando firmamos el convenio con Fiat nos quisieron matar. Los sindicalistas, los gobernantes, los compañeros peronistas. Todo el mundo". Y no es para menos. Aunque acá Dragún también miente, pero esto lo veremos en una segunda parte. | 
