José Rojas
| Militante de la Corriente Socialistas de las y los Trabajadores "CST" de Perú
Después de una masiva toma de los ambientes del campus de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, las y los estudiantes lograron una importante victoria. El alcalde de Lima Jorge Muños retrocedió en implementar un proyecto de infraestructura que vulneraba el campus universitario. Algunos elementos que nos deja este proceso de lucha.
La toma del campus de la Universidad San Marcos de Lima-Perú, se dio el pasado martes 17 de septiembre como respuesta de los estudiantes ante los intentos del actual rector Orestes Chachay y el alcalde de Lima Jorge Muños por implementar nuevamente la construcción de un Bypass en las intersecciones de las avenidas Universitaria y Venezuela para, supuestamente, mejorar el desplazamiento vehicular en esta zona. Este proyecto de infraestructura vial venía siendo rechazado, no desde ahora sino desde el 2008, por los estudiantes ya que vulnera el campus universitario y la autonomía universitaria. Por esa razón, desde hace dos semanas los estudiantes sanmarquinos venían desarrollando una serie de acciones de rechazo a esta medida, las mismas que en todo momento fueron brutalmente reprimidas por la policía nacional la cual actuaba por órdenes del ejecutivo.
Esta lucha estudiantil se dio en un momento donde el ejecutivo dirigido por Martín Vizcarra, enfrentaba la huelga de los trabajadores mineros y la prolongada lucha de los pobladores del valle de Tambo y de la provincia de Islay contra el mega proyecto minero Tía María, las cuales desde diferentes ángulos golpearon al Gobierno y lo obligaron a mostrar su entraña represiva, la misma que se expresó en la detención de casi la totalidad de la dirigencia de la Federación de Trabajadores Mineros y en el endurecimiento de la represión contra los pobladores del valle de Tambo e Islay, muchos de los cuales fueron detenidos, gaseados y heridos por protestar contra la contaminación minera.
Los estudiantes sanmarquinos también fueron víctimas de la brutalidad policial y de los intentos de la gran prensa asociada al gran empresariado nacional y extranjero quienes buscaron desde un primer momento desvirtuar el carácter de esta lucha y criminalizar la protesta asociándola a los remanentes de sendero luminoso, sin lograrlo, ya que rápidamente las acciones realizadas por el estudiantado conmovieron a estudiantes de otras universidades de Lima y del país, así como a sectores en lucha como los trabajadores mineros, los obreros textiles y las trabajadoras de la limpieza pública quienes no dudaron en bajar a la universidad a expresar directamente su solidaridad con las y los estudiantes. Esta unión de trabajadores y estudiantes era algo que no se veía en el Perú desde hace muchos años atrás y que también se expresó días previos a la toma de San Marcos, cuando colectivos estudiantiles se solidarizaron con la huelga de los trabajadores mineros.
Durante la toma del campus se mostró una masiva participación estudiantil, lo cual aseguró que todas las puertas de la ciudad universitaria puedan ser bloqueadas para evitar el ingreso de la policía. Esto permitió que la toma se mantenga, ya que los estudiantes que participaron pudieron realizar diversas actividades como la cadena humana para rodear el perímetro de la universidad evitando así el ingreso de las fuerzas represivas. Y todo esto fue posible ya que las acciones fueron aprobadas en asambleas democráticas de los estudiantes, las cuales permitían que el grueso del estudiantado conozca la problemática y se comprometa con la lucha.
Este método democrático de participación y de lucha pudo ser desarrollado debido a que semanas previas a la implementación de las acciones contra el Bypass, la junta directiva de la Federación Universitaria de la gestión 2018-2019 dirigida por sectores vinculados al partido neorreformista Nuevo Perú, fueron vacados por la asamblea estudiantil, constituyéndose así una junta transitoria de la Federación Universitaria de San Marcos, cuya responsabilidad recaía directamente en los centros de estudiantes y en las asambleas estudiantiles.
Las razones por las cuales fueron destituidos los dirigentes vinculados al Nuevo Perú, están claramente detallados en un pronunciamiento emitido por la junta transitoria de la Federación Universitaria de San Marcos donde, sobre el tema declaran: “la vacancia total de esta Junta Directiva (2018-2019) debido a su falta de sujeción a los acuerdos, socavamiento al trabajo orgánico de los gremios y de la Federación Universitaria de San Marcos FUSM, burocratismo y al carácter antidemocrático que, como Junta Directiva, evidenciaron en su periodo de gestión. En ese sentido, se acordó a su vez que los gremios más activos, a pesar de sus limitaciones, tendrían que asumir la Junta Directiva Transitoria de la Federación Universitaria de San Marcos FUSM y dirigir sus comisiones, tales como la Comisión Académica o la Comisión de Prensa, bajo los criterios de sujeción a los acuerdos y centralismo democrático”.
Cabe mencionar que la anterior junta directiva mantenía un papel pasivo frente al tema del Bypass ya que tenía mucha cercanía a las autoridades universitarias y al mismo rector Orestes Cachay quien, claramente terminó aseverando esto en una entrevista donde dijo que la actual lucha estudiantil se daba “porque habían ocurrido cambios a nivel de la dirigencia de los estudiantes”.
Si bien los estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos lograron esta victoria importante, expresada en el retroceso del alcalde de Lima en relación a la construcción del Bypass, su lucha no se reduce solo a este punto, ya que existen otros puntos aprobados por las asambleas estudiantiles, dentro de los cuales destacamos:
El rechazo a la vulneración de la autonomía universitaria por parte de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria SUNEDU, la cual impone la tesina para obtener el bachiller a las bases 16 y 17, dejando sin efecto el acuerdo del Consejo Universitario de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos UNMSM.
El rechazo a la modificación del Estatuto de la UNMSM que pretende realizar el rector Orestes Cachay a través de la Asamblea Universitaria, en el artículo donde se establece que las vacantes destinadas para el Centro Pre-Universitario deben reducirse progresivamente hasta un 10% del total de vacantes de ingreso a la universidad. De lograrse dicha modificación se profundizará más la privatización de la Universidad San Marcos, vulnerando así el derecho a los hijos del pueblo y los trabajadores a acceder a una educación superior gratuita. Por eso, los estudiantes plantean que la solución al presupuesto de la UNMSM no se dará aumentando los ingresos del Centro Pre-Universitario sino exigiendo más presupuesto al Estado.
El rechazo a toda propuesta de Reglamento de Procesos Disciplinarios - RPD, pues este reglamento, que desde el 2017 el rector Orestes Cachay viene intentando aprobar, solo tiene como objetivo reprimir a los estudiantes que se organizan en sus gremios.
Así como la lucha, la organización democrática desde las bases y la unidad con los trabajadores y trabajadoras aseguraron la victoria contra el Bypass, así también serán necesarias para concretar las otras medidas pendientes que no solo son demandas de los sanmarquinos sino del grueso del estudiantado peruano que, con la implementación de la actual ley universitaria, enfrenta una arremetida neoliberal y autoritaria que violenta el carácter público y democrático de las universidades estatales.