Para no perder la costumbre, Mauricio Macri y sus funcionarios dieron cátedra de cinismo por las redes sociales.
En su cuenta de Twitter, el presidente saludó en su día a quienes son importantes para su gestión. Aseguró que “cuidar a los más grandes y devolverles todo lo que
ellos hicieron por el país es un prioridad”
“Queda mucho por hacer, pero sabemos que vamos en buen camino: el de cuidar a los jubilados”, siguió tuiteando con absoluto descaro.
Al referirse a la cobertura de salud a través de PAMI dijo que es “la mejor cobertura del país” porque los medicamentos “valen 25 % menos que en otras obras sociales y prepagas”. Habría que avisarle que en sus casi cuatro años de gestión los medicamentos tuvieron una suba promedio de más del 300 %.
El director de PAMI, Sergio Cassinotti, también tuvo su foto de festejo por el día del jubilado junto al intendente de Quilmes, Martiniano Molina, quien hace oídos sordos al reclamo de los trabajadores de Ansabo pero puede aumentarse el sueldo sin problemas. Cassinotti “trabaja incansablemente” por la salud de los viejos: una obra social cada vez más desangrada, siendo una de las cajas más apetitosas para los funcionarios de turno.
No sólo reduce la posibilidad de obtener la cobertura necesaria, sino que suman cada vez más requisitos para justificar la miseria en que se encuentran y así acceder al beneficio y no morir en el intento. Aunque muchos sí mueren porque PAMI llega tarde o nunca llega.
Días atrás Emilio Basavilbaso, director del Anses, había afirmado en una entrevista en el canal A24 que “los jubilados hoy están mejor que antes”, agregando que “pueden mantener el poder adquisitivo"
El 70 % de los jubilados y jubiladas cobra un haber mínimo de $12.937 desde septiembre, cuando la canasta básica de alimentos para un adulto mayor va a llegar a los $ 40 mil para fin de año según estimaciones de la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires. Sin olvidar que muchas de esas jubilaciones se ven a afectadas a descuentos por los créditos usureros que deben solicitar para pagar deudas de servicios, alimentos o remedios, muy distinto a la visión de Basavilbaso que destaca que estos créditos permiten “acceder a un mundo de posiblidades”. Más que posibilidades acceden a la certeza de endeudarse hasta el cuello.
La gobernadora María Eugenia Vidal no quiso perder la oportunidad de saludar; también hizo gala del desprecio que caracteriza a esta alianza de gobierno hacia uno de los sectores en donde el ajuste golpea muy fuerte, cuando tiene que hacer los deberes que le impone el FMI:
Mientras el gobierno festeja logros que solo ellos ven, los jubilados y jubiladas se quedan sin el pan y sin la torta; no tienen nada que festejar, por eso es indispensable frenar el ajuste del FMI, cambiar las prioridades y que la crisis la paguen los que la generaron. |