En un potente y conmovedor discurso en la Cumbre del Clima de la ONU, la joven activista Greta Thunberg apuntó contra los gobernantes y señaló "los jóvenes estamos empezando a comprender la magnitud de su traición".
La joven activista sueca Greta Thunberg, dio este lunes un conmovedor discurso en la cumbre del clima de la ONU. Entre otras cosas acusó a los líderes mundiales de mirar para otro lado y pensar únicamente en el dinero. También señaló que "los jóvenes estamos empezando a comprender la magnitud de su traición".
"Aquí y ahora es donde damos un paso adelante, el cambio viene, les guste o no", dijo Greta en el comienzo de la Cumbre de Acción Climática que se celebró este lunes en la sede de Naciones Unidas.
En paralelo a la cumbre de la ONU se realiza "La semana por el futuro", que consta de siete días de movilizaciones y acciones que comenzaron la semana pasada con marchas de jóvenes que juntaron a cientos de miles alrededor del mundo. Se espera que las acciones sean aún mayores para el llamado de Huelga Mundial por el Clima organizada para este viernes 27 en todo el planeta.
Al inicio del panel en el que estuvo Greta, la presentadora le pregunta "¿Cuál es tu mensaje a los líderes hoy aquí?", y ella responde "Mi mensaje es que los estamos vigilando". Luego continúa con su discurso completo:
"Todo esto está mal. Yo no tendría que estar aquí. Tendría que estar en el colegio. Al otro lado del océano. Y sin embargo, todos nos miran y nos piden esperanza.
¿Cómo se atreven?
Me han robado mis sueños, me han robado mi infancia con sus palabras vacías. Y sin embargo, tengo suerte. Son muchos los que sufren, los que están muriendo. Se están muriendo los ecosistemas y nos encontramos en puertas de una extinción masiva y de lo único que hablan ustedes es de dinero.
Y nos cuentan cuentos de crecimiento económico perpetuo.
¿Cómo se atreven?
Durante más de 30 años los datos científicos fueron clarísimos. ¿Cómo se atreven a seguir mirando a otro lado? ¿Cómo se atreven a venir aquí y decir que están haciendo suficiente?
Cuando las políticas y soluciones que son necesarias siguen estando muy lejos.
Dicen que nos escuchan, dicen que entienden la urgencia del momento. Pero no importa lo triste o lo enojada que esté. No les creo, porque si realmente entendieran la situación y a pesar de ello siguieran sin hacer nada, serían malvados y es algo que me niego a creer.
La idea de reducir las emisiones de CO2 a la mitad en diez años solo nos aporta un porcentaje 50 por ciento de mantenernos por debajo del grado y medio y lanzar reacciones en cadena fuera del control.
Quizás el 50% les parezca un riesgo aceptable, pero estas cifras no incluyen los puntos de reacciones en cadena, no tienen en cuenta la justicia climática.
Nuestra generación va a tener que absorber miles de millones de toneladas de su CO2 de la atmósfera con tecnologías que todavía apenas existen.
Así que un riesgo del 50%, lo siento, pero no es aceptable para nosotros porque somos los que vamos a tener que vivir con las consecuencias de esta decisión.
Tener un 67% de posibilidades de permanecer por debajo de un aumento de la temperatura global de 1,5 grados, la mejor posibilidad que da el IPCC
El planeta tenía 420 gigatoneladas de CO2 por emitir hasta el 1 de enero de 2018 y sin embargo esta cifra ha bajado hasta 350 gigatoneladas.
¿Cómo se atreven a decirnos que esto se va a poder resolver con algunas soluciones técnicas y con las cosas que sigan como están?
Los niveles de emisiones actuales y los presupuestos que se han planteado, los balances de emisiones que se han planteado, están agotados en menos de ocho años.
Y hoy no van a presentar ningún plan en relación con estas cifras porque estas cifras les resultan demasiado incómodas. Y ustedes todavía no se atreven a decir las cosas como son.
Están fallándonos a los jóvenes y los jóvenes estamos empezando a comprender la magnitud de su traición.
Las generaciones futuras están ahora pendientes de ustedes y si nos fallan les digo que nunca los perdonaremos.
Aquí y ahora es donde damos un paso adelante. El mundo está despertando.
Y el cambio viene, les guste o no.