El Comité de Huelga de Telepizza en Zaragoza, que en los últimos dos meses hizo dos huelgas en rebelión contra la negativa de la empresa a pagar el aumento del salario mínimo a la plantilla, muestra su apoyo y solidaridad a la Huelga Mundial por el Clima del 27S.
En un comunicado animan a la clase trabajadora a participar de “todas las acciones que se están llevando adelante”. Los motivos son claros: porque “la clase obrera compartimos un enemigo común” y porque “nos han condenado a vivir en un cementerio monstruoso de asfalto y humo, donde, entre 10.000 y 21.000 trabajadores y trabajadoras mueren al año en el estado español por culpa de la enorme contaminación en las megaciudades, o en el mejor de los casos padecen todo tipo de enfermedades físicas y psicológicas. Mientras, arrasan selvas y bosques enteros para hacer negocios, destruyen nuestras paisajes y costas, expolian recursos, intoxican nuestras aguas, y por si fuera poco convierten los alimentos de la tierra en comida basura.”
“El capitalismo, las grandes empresas y sus gobiernos son los verdaderos responsables de esta barbarie. Y Telepizza, como otras tantas empresas explotadoras y antisindicales, son parte de 10% más rico del mundo que no le importa dañar nuestro aire y envenenar nuestra comida”, denuncia el Comité de Huelga de los telepizzeros, en obvia referencia al mecanismo de greenwashing que utiliza la empresa, como tantas otras multinacionales y corporaciones capitalistas.
“Al mismo tiempo que Telepizza hace campaña de prensa diciendo que reducirá su huella de carbono incorporando motos eléctricas a su flota de reparto, su flota de camiones y motos sigue contaminando el aire, sus métodos de procesamiento son un peligro para una dieta saludable y sus empleados cobramos salarios de miseria”, ha denunciado Asier Ubico, del sindicato CGT y presidente del Comité de Empresa de Zaragoza, en conversación con Izquierda Diario.
Para los trabajadores de Telepizza “no podemos esperar ninguna solución de los mismos que arrasan el planeta, nos condenan a la precariedad, nos roban el tiempo libre y nos obligan vivir hacinados como animales” y por ello “la respuesta a la crisis climática solo podrá venir de los mismos trabajadores y trabajadoras, autogestionando democráticamente la producción y la logística, poniéndolas al servicio de la misma sociedad y el planeta.”
“Es por eso necesario un gran movimiento independiente de las y los trabajadores que luche contra estas grandes empresas y sus gobiernos. Junto con el movimiento de mujeres y el movimiento estudiantil para ser millones en las calles”, culmina el comunicado.
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