Podría ser peor. Macri y “los mercados” castigaron a todo el pueblo trabajador por no elegir a cambiemos en las PASO con una devaluación que en menos de un día nos hizo un 15% más pobres. Macri les echó la culpa a los votantes, y luego pidió perdón, pero dejó en pié los efectos de la devaluación.
Al menos Finocchiaro se limitó sólo a insultar la inteligencia los votantes, acusándolos de padecer una patología psicológica por no haberlo votado a él y su lista.
Consultado por las causas de los resultados electorales en los que perdió por casi 45 puntos, el ministro de ¿educación? respondió: “porque la gente se acostumbró a la resignación. Y porque los que gobiernan hace 36 años hicieron todo lo posible para mantener pobre a La Matanza y para que la gente sienta el Síndrome de Estocolmo, lo de identificarse con aquel que lo tiene prisionero a uno”.
Si bien es cierto que el peronismo gobierna hace 36 años La Matanza y es el principal responsable de la pobreza en el distrito, donde reina la precariedad laboral y de la vida, cabe preguntarse: si hubiesen votado a Cambiemos que profundizó con sus políticas nacionales y provinciales la pobreza y el desempleo en el distrito y en todos lados, y aplicáramos la “lógica” de Finocchiaro ¿no estarían identificándose también con quienes los tienen prisioneros?
Seguramente el ministro Cambiemita dirá que el problema es que la gente no se da cuenta que el bienestar, al igual que la lluvia de dólares, ya “está por venir”. Por más que desde que asumieron todos los indicadores resultaron perjudiciales para las mayorías y no haya un solo indicio de mejoría.
Cómo si ya estuviese resignado a obtener los favores de los sectores más humildes, dirigió toda su disertación a la clase media: “la que más sufrío con la crisis fue la clase media”, “ha empezado el momento de la clase media en la Argentina”, “hemos escuchado a la clase media”. Media gorila, podríamos agregar.
Lo que llamó la atención es que habiendo apuntado su discurso principalmente al sector de derecha de la llamada “clase media”, no haya habido ninguna referencia a poner más policías, patrulleros, gendarmes y otros agentes de represión. Parece ser que ese discurso se lo cedió por entero al candidato del Frente de Todos Fernando Espinoza.
Para finalizar la periodista le consultó sobre si era posible revertir el resultado presidencial de las PASO. Primero respondió que sí. Luego, emulando el “yo ya gané” de Margarita Stolbizer, continuó: “esa no es la pregunta más importante. En la buena política no se especula. La buena política se hace por valores.” Para luego continuar diciendo que su causa es la de pelear por la unidad de todos, superando la grieta. Y señaló: “hablo de aquellos que nos agreden, de los que no nos quieren. Porque en eso radica la grandeza del ser humano.”
Señor ministro, si tomamos como válidas estas afirmaciones suyas, luego de escucharlo acusar de padecer el síndrome de Estocolmo a quienes no lo votaron, y así también burlarse de quienes sí padecen esta problemática luego de una situación traumática, podríamos concluir que usted es un ser humano bastante pequeñito. |