Luego de obtener la toma de nota el pasado 27 de junio, el nuevo Sindicato Independiente de Industrias y de Servicios (SNITIS), tiene en Matamoros el epicentro de sus fuerzas y las primeras batallas en la lucha contra el charrismo de la CTM. Un esfuerzo tan valioso de los y las obreras de Matamoros; está llamado a ser un gran ejemplo para la clase trabajadora de todo el país, y por ende, es necesario que desde los sectores que asumen las luchas obreras y socialistas, difundamos posturas frente a su constitución y sus perspectivas.
En los últimos días, en voz de Susana Prieto, representante legal del nuevo sindicato, se anunció que se cuenta ya con más de veinte plantas maquiladoras donde se emplazará al recuento sindical por la titularidad de los Contratos Colectivos de Trabajo. Particularmente, en empresas donde el burócrata sindical Jesús Mendoza del SITPME es secretario general; además de algunas donde es secretario general Juan Villarfuerte del SJOIM y algunos otros sindicatos. Cabe mencionar que la mayoría de los sindicatos en Matamoros están afiliados a la CTM, como es el caso de los dos mencionados.
La mayoría de las demandas que dieron origen al movimiento 20/32, siguen siendo una cuenta pendiente no solo en Matamoros sino en todo el país. A pesar del aumento al salario mínimo y el de 20% que se obtuvo en Matamoros, los salarios siguen siendo muy bajos. Se mantienen los contratos a prueba y el incumplimiento de prestaciones y cláusulas contractuales, además de despidos injustificados y paros técnicos que afectan el sustento de las y los obreros y sus familias.
Para avanzar en sus ataques, las patronales y autoridades gubernamentales, cuentan con las garantías que les otorga la burocracia sindical, para desmovilizar y controlar a la clase trabajadora. Por ello es clave que esta lucha que se emprende desde el SNITIS asuma que hay que exigir a todas estas direcciones sindicales la ruptura de la tregua con el gobierno federal y de los estados, así como con las patronales, para asumir un plan de lucha unificado por las demandas obreras y populares. Toda política combativa requiere de la unidad de las filas obreras, y ello implica la denuncia de la burocracia sindical, pero a su vez la exigencia a que rompan sus pactos con los patrones y movilicen a los sindicatos de forma independiente.
Matamoros y el SNITIS-20/32
Sin duda, hay un antes y después en la lucha del movimiento obrero matamorense luego de los paros y huelgas del 20/32 en los primeros meses de este 2019. A partir de la lucha ejemplar que dieron decenas de miles de obreras y obreros por mejorar sus condiciones; se enfrentaron también a sus direcciones tradicionales que se vieron rebasadas por la fuerza de los paros y huelgas. Sin ese gran ejemplo, no puede entenderse porque hoy miles de obreros se organizan de menos a más para pelear por una nueva representación sindical.
Lo anterior no excluye que sobre la constitución del SNITIS se puedan hacer algunas consideraciones en el ánimo de aportar a la reflexión sobre cómo fortalecer este movimiento.
En principio, sería un gran error que un sindicato que surge como contraparte de las direcciones burocráticas que existen hoy en Matamoros y el país, no esté basado en la democracia obrera, con asambleas de base, donde sean las y los trabajadores quienes discutan decidan democráticamente el rumbo de su lucha y de su organización sindical. Lo cual implica nombrar representantes elegidos democráticamente – desde abajo- que se sujeten al mandado de base y sean rotativos y revocables, de acuerdo a lo que decidan las y los obreros desde sus asambleas.
La reforma laboral, que muchas voces han celebrado, esconde la trampa de la fragmentación de las filas de los trabajadores, y una nueva forma de subordinación de las organizaciones del movimiento obrero al Estado capitalista y los gobiernos que lo administran. Esa no es la reforma que queremos los explotados por el capital.
Celebrar que por sí misma una nueva ley laboral favorece a la representación de los trabajadores, deja de lado la necesidad de poner en el centro de la lucha lo que consigue la unidad y la recuperación de los sindicatos como herramienta de lucha.
Desde el Movimiento de los Trabajares Socialistas y la red nacional de agrupaciones sindicales Desde las Bases, proponemos a quienes impulsan el SNITIS, se abra una discusión con toda la base trabajadora de aquellos lugares donde hoy se abraza la pelea por el nuevo sindicato, así como ahí donde no se ha abierto aún esta batalla. A que, si como se dice en vos de la licenciada Susana Prieto, está abierta una “guerra contra los sindicatos”, es fundamental que se clarifique que no se puede renunciar a unir las filas de los trabajadores, lo cual implica que ahí donde sea posible, se deben recuperar los sindicatos echando afuera a los charros para que se transformen en verdaderas herramientas de lucha por los derechos obreros y contra el régimen capitalista.
El viejo aparato charro sindical sirve a los intereses de los patrones, ya sea bajo los gobiernos del PRI y el PAN, como bajo la 4T, a cambo de inmensas fortunas. Por eso se aferran a la dirección de las organizaciones de los trabajadores. ¡No podemos dejar nuestras organizaciones en sus manos!
Partiendo de lo anterior, en lugares dónde como hoy en Matamoros, sectores muy amplios de las y los obreros asumen la lucha por un nuevo sindicato y en tanto se convierte en una demanda de amplias mayorías, es una lucha que es necesario impulsar para que se desarrolle y triunfe. Y eso hace más urgente que este esfuerzo se dote de un programa obrero que responda a las demandas y los ataques que sufre la clase trabajadora y sectores populares.
La pelea por aumento de emergencia al salario y trabajo digno, así como contra la precarización que mantiene la ley laboral, y por plenos derechos para toda la clase trabajadora, nativa y extranjera, es fundamental en toda organización sindical combativa e independiente. Es por ello que, junto a un programa obrero, está la acción combativa de cómo se lucha por dicho programa, retomando los métodos de lucha como el paro y la huelga como ya lo mostró el 20/32 en enero y febrero.
Declarar que “no se va a parar”, tratando de no espantar a las patronales, es un error, que coincide con lo que AMLO pidió a los trabajadores para no afectar las ganancias de los empresarios. Por ello como lo mostró la disposición de los obreros en lucha en Coca Cola, no hay otra manera, “o con la patronal o con la clase obrera”. La fuerza del movimiento 20/32 se fortalecería si se encamina a echar a los charros de los sindicatos para recuperarlos y volverlos una herramienta de lucha.