La flexibilización es una política que llegó para quedarse y su lugar de experimentación hoy viene teniendo foco en sectores del comercio, donde los empresarios vienen impulsando la flexibilización del trabajo con políticas de contratación de Part Time y Peak Time, automatización a través de software y cajas rápidas, despidos y, lo último, mallas flex, flexibles en realidad y a medida de los empresarios.
La flexibilización no es como los empresarios la vienen instalando
Lejos está de esa idea de que los trabajadores podremos elegir y acomodar nuestros horarios libremente para pasar tiempo en familia y con mejores posibilidades para generar más ingresos.
En los hechos la flexibilización se ha traducido, en el sector del comercio, en despidos, como lo denunciados por el Sindicato Interempresa de Líder hace unos días, en las contrataciones de trabajadores bajo modalidad de Part y Peak Time (con jornadas de 30 horas o menos, lo que significa también fracciones del sueldo mínimo), en multifuncionalidad mediante la implementación de programas computaciones y las cajas rápidas, y la implementación de jornadas de trabajo bajo la modalidad “flexible”, las llamadas “mallas flex”.
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Estas última, las Mallas Flex, son una política desarrollada en Easy que viene a golpear, principalmente y por ahora, a los trabajadores y trabajadoras de caja, donde lo que se pretende es flexibilizar sus horarios de trabajo modificando sus mallas de trabajo históricas (que se enmarcan en turnos rotativos de apertura y cierre), para desarrollar, por el contrario, mallas flexibles, de manera que puedan tener a los trabajadores entrando de apertura un día y al siguiente de cierre, o turno intermedio. Lo que se traduce en la imposibilidad de organizar los turnos, la vida familiar, el tiempo con los hijos o incluso los horarios de alimentación.
Esta lógica se implementa para poder tener una mayor dotación de cajeros en horarios de mayor afluencia de público (en horarios peak), con menores contrataciones full time y jugando con los tiempos de miles de trabajadores. Todo esto con el solo objeto de pagar menos y de aumentar las ganancias de los magnates del retail, sin pensar en la vida de quienes trabajamos en estos lugares.
Esta es la flexibilidad que buscan los empresarios. Mayor flexibilidad a su medida y peores condiciones y jornadas para nosotros.
Nathaly F. Torres, directora del Sindicato Nacional de Easy nos comenta que “Es necesario que esta política de flexibilización impulsada por los empresarios pueda ser resistida por los trabajadores, por lo mismo es central que las organizaciones sindicales como la CUT y los sindicatos del retail, organicen asambleas abiertas donde los trabajadores puedan deliberar y votar acciones y campañas para evitar que sigan precarizando nuestro trabajo” agregando que “nos pintan esta flexibilización como un beneficio para todos y todas, sin embargo lo único que buscan, por ejemplo, con estas mallas flexibles, es aumentar las ganancias de Paulmann a costa de nuestro tiempo, vida familiar y descansos. No podemos permitir que esto pase pasivamente ante nuestros ojos” finalizó. |
