Aunque amasaron fortunas durante años, las multinacionales de la industria automotriz no dudan un minuto a la hora de descargar sus crisis sobre los trabajadores del sector. Para la conducción del Smata, como siempre, todo es negociable. Pignanelli y cía, cada vez que pueden, corren a firmar suspensiones o cláusulas de flexibilización.
Esta semana, Renault decidió dejar de producir por la tarde y sólo concentrará sus tareas en el turno mañana. La confirmación llegó de parte del mismo Smata. La decisión, aplicada en la planta de Córdoba, implica desactivar por completo uno de los turnos de trabajo, en todas las áreas.
Actualmente, Renault produce 160 vehículos por día y ocupa a un total de 2.300 trabajadores. Si bien la multinacional francesa ya venía recortando un turno en áreas como ensamblaje, ahora directamente cortó.
El resultado es mayor lleva a que 270 trabajadores se encuentren en una situación compleja, ya que no tienen garantías de que se sostengan sus puestos de trabajo. La patronal, intentando llevar calma, afirma que los trabajadores podrían hacer "diferentes actividades, incluso capacitaciones”. Sin embargo, no ha confirmado que vaya a garantizar los puestos de trabajo.
Este no es el único ataque a los trabajadores en tiempos recientes. En el mes de septiembre hubo 37 despidos en el marco de achicar áreas de producción. El dato no es menor, ya el gremio había firmado con la empresa un acuerdo por el que se aseguraban los puestos de trabajo hasta el 31 de marzo de 2020.
Es decir, la patronal incumple un acuerdo y la conducción del gremio avala ese incumplimiento. Queda en evidencia la farsa del argumento que dice que “es mejor” negociar suspensiones y así evitar despidos. Otro golpe a los trabajadores que el Smata deja pasar mientras apoya la formula Fernández-Fernández.
El convenio homologado en el Ministerio de Trabajo provincial prevé una reducción de la jornada a seis horas y dos turnos de trabajo para los operarios comprendidos en el convenio colectivo de trabajo 15/89 "E". El primer turno es de 6 a 12 y el otro, de 12 a 18 horas. Por el tiempo de reducción de jornada diaria, la terminal pagará 70 por ciento del salario neto.
El convenio prevé, además, suspensiones temporales (se mantendrá el pago de 70 por ciento del sueldo de bolsillo) de las actividades productivas en la planta de vehículos particulares y pickups, la posibilidad de que el personal adelante vacaciones y la prórroga de 480 contratos a plazo fijo.
Los ajustes no tienen lugar solo en la multinacional francesa. Las demás terminales también aplican todo tipo de ataques contra sus trabajadores. En el caso caso Fiat, en septiembre sólo se trabajó un día por semana y en octubre la actividad será muy similar.
En la fábrica de camiones Scania, ubicada en Colombres, Tucumán, también se discuten medidas contra los trabajadores. Allí, según confirmó el gerente de la empresa, Marcos Roldán, a un diario local, se negocia con el Smata para organizar mejor las suspensiones.
Sin embargo, esto ocurre a pesar de que las ganancias de esa firma no cayeron. Por el contrario, aumentaron de un 6% en el primer semestre del 2018 a un 9,3% en el mismo período de 2019. Marcando también esa dinámica, hace apenas unos meses, la misma empresa anunció inversiones por U$D 35 millones en el mismo establecimiento.
Las patronales del sector automotriz ganaron millones durante las últimas décadas. Ahora, cuando los números “no cierran”, atacan con todo a los trabajadores y trabajadoras del sector. |