La llegada de Colón y con ello las relaciones con los imperios coloniales europeos determinó la historia para siempre. Cambió el curso propio que habían seguido nuestros pueblos originarios y sus culturas y sistemas sociales se vieron profundamente alterados. Décadas atrás se celebraba este hecho pues se destacaba la llegada del “progreso” cultural y científico. Sin embargo hoy en día se cuestiona ese relato, pues, no hubo ni “encuentro pacífico” ni “progreso” material para las naciones indígenas.
Las “Indias” y la colonización cristiana
Los europeos conquistadores en 1492 al llegar a la perdida isla de Guanahani en el Caribe del Océano Pacífico exigían que América fuera lo que no era. Fue la fuente de la juventud, la ciudad de oro, el país de las especias. Colón creyó ver sirenas con cara de hombre y plumas de gallo. Los españoles venían organizados como empresa cultural y económica cuyo fin era evangelizar a los habitantes encontrados y por otro lado, hacerlos fuente de mano de obra y tierras. Antes de tomar algún poblado tribal indígena leían un documento a viva voz en español, para que el indígena no pudiera entender, y cuyas líneas rezaban sobre el poder Dios en la tierra y la misión de la Reina de Castilla. Interpelaba a dejarse dominar o en caso de resistencia o desacato “se les haría la guerra y serían esclavizados y también sus mujeres e hijos”.
Si bien existieron leyes para el trato justo con el indígena la “buena fe” de los reyes era papel mojado en América. Los conquistadores impusieron su cultura y su régimen socio económico. Se pensaba en transformarse en señores de lo que pudiera producir las unidades coloniales esparcidas por las islas primero y luego por los valles de México y Perú. Fueron casi tres siglos de colonialismo y explotación.
Saqueo: El sueño de hacerse rápidamente ricos
El descubrimiento de oro y plata en el continente desató un verdadero aluvión colonizador. Centenares de expediciones y millares de hombres fueron tras los pasos de fabulosas fortunas. En los primeros 150 años de conquista, toneladas de plata y oro arribaron a España y potenciaron el incipiente desarrollo comercial y manufacturero, que abrió las puertas a la Revolución Industrial y al desarrollo capitalista de Europa.
El comercio empezó a diseñar el mercado internacional y el desarrollo económico que terminarían por sepultar definitivamente a la sociedad feudal y al absolutismo monárquico.
Para Marx:
“Los descubrimientos de los yacimientos de oro y plata en América, la cruzada de exterminio, la esclavización de las poblaciones indígenas, forzadas a trabajar en el interior de las minas, el comienzo de la conquista y del saqueo de las indias, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros, son todos hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista (...) Las riquezas apresadas fuera de Europa por el pillaje, la esclavización y la masacre refluían hacia la metrópolis donde se transformaban en capital” “...el capitalismo aparece sudando sangre y lodo por todos sus poros...”.
Entre 1503 y 1660 salieron desde tierras americanas hacia España, según constancias documentadas en Sevilla y Madrid, alrededor de 200 toneladas de oro y 17 mil toneladas de plata. Se generó así una división internacional del trabajo que adoptó formas de triangulación: América aportó oro, plata, materias primas y la mano de obra; África suministró la mano de obra esclava que sustituyó a los exterminados nativos americanos y Europa se llevó la parte del león, ya que produjo y comercializó los productos manufacturados a la vez que capitalizó las transacciones de los demás vértices de la triangulación.
Rebeliones indígenas
A pesar de la enorme desproporción de fuerzas, los sometidos por los conquistadores se rebelaron en innumerables oportunidades. Las rebeliones y masacres prácticamente abarcaron todo el continente. Tanto los nativos del lejano oeste como de los pampas reaccionaron con distintas formas de resistencia al avance incontenible sobre sus tierras. En Chile se reconoce la resistencia del pueblo nación Mapuche como una de las más ejemplares del continente. Soportó al imperio español por medio de la guerra, el que se vio obligado a soportar una frontera en el sur del país.
En 1522, los esclavos de Diego Colón –hijo de Cristóbal- llevaron a cabo la primera sublevación que se tenga memoria, fueron derrotados y terminaron ahorcados, pero marcaron un camino. Aún se sigue llamado “descubrimiento” o “encuentro de dos mundos” por los Estados de América olvidando toda esta historia material de sufrimiento y lucha.
En estos momentos el pueblo de Ecuador se encuentro en pie de lucha contra su gobierno, quién aliado con el FMI implementa recortes y alzas contra la población. Las protestas las encabezan principalmente las organizaciones y comunidades indígena, continuando así con la persistente historia de resistencia de los pueblos y naciones originarias. |