“La integración es el corazón, porque es la única herramienta que logra tres objetivos fundamentales a la vez: la simplificación, la equidad horizontal y vertical, e impulsar la inversión”. Con estas declaraciones el dirigente de la CPC, Alfonso Swett, justificó las discusiones que están manteniendo con la cartera de Hacienda para reimpulsar la integración en el marco de la reforma tributaria.
Sin embargo ¿Qué implica esta integración tributaria? Justamente lo que ha sido criticado de la reforma tributaria: El reducir los impuestos a los grandes empresarios.
Y es que la integración contempla un sistema bajo el cual el sector privado puede pagar sus impuestos una vez por todo el año, abriendo la posibilidad de reducir impuestos y aumentar sus ganancias y utilidades, mientras que al pueblo trabajador se le continúa cobrando impuestos mensualmente a sus sueldos. En definitiva, la integración no es otra cosa que reembolsar a los empresarios por lo que han pagado por sus ganancias obtenidas a costa de explotación y precarización laboral.
Aunque este planteamiento no ha estado exento de críticas por parte del mismo oficialismo -como es el caso de Andrés Chadwick-, el responsable de la cartera de Hacienda, Felipe Larraín, afirma que: “Nosotros vamos a seguir adelante con lo que hemos planteado siempre. La reintegración es un punto central, así que muchas gracias por la sugerencia, pero nosotros seguimos adelante”.
Dejando de lado la discusión de la derecha oficialista, lo cierto es que la medida cuenta con el apoyo de los principales sectores empresariales, que en reiteradas ocasiones se han articulado para presionar y “apurar” a su Gobierno para avanzar en materias de ajuste y precarización, ya sea a través de la reforma tributaria, pensiones, laborales, etc. Por lo que parte de este debate es la postura que deberá tomar la oposición frente a esta discusión.
Es en este marco que se puede destacar el reciente pacto que ha hecho el Frente Amplio con sectores de la centro-izquierda empresarial, buscando concretar un pacto con Aurora Williams, quien fue Ministra de Minería durante el Gobierno de Bachelet, fue profundamente cuestionada en la región luego de las grandes movilizaciones de Este Polvo Te Mata, por su rol de ex Gerenta del Grupo Luksic.
Es ante esto es que no podemos confiar ni hacer alianzas con estos sectores empresariales como la DC, quien votó por la reforma tributaria, ni en la ex Nueva Mayoría como Aurora Williams, ya que los intereses de esto se contraponen completamente con los intereses del pueblo trabajador.
Debemos lograr la más amplia unidad de la clase trabajadora, las mujeres, la juventud, el pueblo migrante, en las calles con independencia de los partidos empresariales, que luche contra todas estas medidas que perjudican a las amplias mayorías.
Es necesario rechazar la reforma tributaria de los super ricos mediante una gran campaña de las organizaciones de las y los trabajadores, del movimiento estudiantil y la juventud para imponer el cobro de impuestos progresivos a las grandes fortunas, terminar con la millonaria entrega a los empresarios y acabar con el IVA para los productos de primera necesidad. |