Este lunes desde la calificadora Fitch Ratings confirmaron un recorte en su pronóstico de crecimiento para la América Latina. Informaron que persisten las presiones bajistas para las calificaciones soberanas en la región, lo que refleja en parte un entorno macroeconómico en general más débil.
La disputa comercial entre las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, que podría haber arribado a un principio de acuerdo parcial el pasado viernes, aumenta las dificultados para la región, y las incertidumbres políticas internas.
"Lo anterior aumenta los desafíos que muchos países enfrentan para consolidar las cuentas fiscales y estabilizar las cargas de deuda pública". Un crecimiento mundial y chino más lento así como la volatilidad en los precios de las materias primas, vinculadas en parte a las persistentes incertidumbres relacionadas con el proteccionismo comercial, es un desafío externo clave para América Latina", sostuvieron desde Fitch.
Ante este escenario el recorte de Fitch fue contundente, su pronóstico de crecimiento económico para 2019 pasó de 1,9% a un 0,7%.
Y en su comunicado señalaron: "Los efectos negativos derivados de la profundización de la crisis argentina y las incertidumbres políticas de reformas específicas de cada país también pesan sobre la confianza doméstica y la actividad en los países vecinos".
Para la calificadora hay un margen muy limitado para avanzar en las reformas económicas y fiscales “necesarias” para impulsar el crecimiento de la productividad e incrementar la inversión, reducir los déficits y estabilizar la deuda pública en varias economías de la región.
Estas recetas no tienen nada de nuevo, en Argentina luego de un año de ajuste fiscal a pedido del FMI la economía se hundió aceleradamente. La nota "CC" refleja la desconfianza sobre la capacidad de pago de futuros vencimientos, en un escenario de alta incertidumbre política y financiera.
En Ecuador, luego de un ajuste fiscal salvaje también a pedido del FMI, el gobierno debió dar marcha atrás con sus medidas de austeridad para poner paños fríos a la resistencia popular.
En el Brasil de Bolsonaro, se avanzó con la aprobación de la reforma de pensiones, pero las perspectivas de crecimiento han empeorado .Y la rebaja en junio de México a "BBB" refleja la incertidumbre en la política local y el aumento de los riesgos por el deterioro del perfil crediticio de Pemex.
Fitch sostuvo que "La perspectiva de crecimiento suave, un entorno de baja inflación (excepto en Venezuela y Argentina), combinado con expectativas de inflación ancladas y un panorama de política monetaria expansiva a nivel global ha abierto espacio para un alivio monetario".
Y para finalizar remarcó: "Los bancos centrales en Brasil, Chile, México y Perú ya han recortado las tasas. Sin embargo, los amplios déficit fiscales y desafiantes dinámicas de deuda seguirán pesando en la flexibilidad fiscal, limitando la capacidad de varios gobiernos en la región para estimular la demanda interna".
En concreto, la fuerte rebaja de Fitch sobre sus pronósticos de crecimiento para la región, anticipa que las contradicciones internas junto a los efectos externos -en un contexto global de desaceleración de crecimiento- se agudizarán en el corto plazo.
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