Tras la decisión de la justicia nicaragüense y el pedido de captura para el actor Juan Darthés, Thelma Fardín habló en una conferencia de prensa junto a su abogada, Sabrina Cartabia, y las Actrices Argentinas.
Rodeada de ese colectivo que en estos meses profundizó y acompañó también otras denuncias, la actriz se refirió al caso que conmocionó a la sociedad cuando en diciembre pasado, acompañada de ese mismo grupo, contó que había sido abusada por el actor Juan Darthés.
Ayer, después de casi once meses de proceso, la Fiscalía de Nicaragua lo acusó formalmente por el delito de "violación agravada", durante una gira por ese país, cuando Thelma tenía 16 años y ella participaba del programa televisivo "Patito Feo". "Romper el silencio tiene costos caros", dijo Thelma, y destacó que su denuncia fue escuchada gracias a ese grupo que comenzó a rodearla de apoyo cuando se animó a hablar.
Sabrina Cartabia, su abogada, contó que para ese delito corresponde en Nicaragua una pena de prisión de entre 12 a 15 años, y dijo que la justicia dio una orden de captura que no se efectivizó. "El juez debe resolver inmediatamente, en un plazo de 24 a 48 horas", explicó. "Una vez que eso suceda, va a pedir la extradición a Brasil".
Sin embargo, explicó que "en el caso de que Brasil no extradite por principio constitucional, vamos a tener que llevar adelante un juicio en esa jurisdicción". Por ese motivo, Cartabia llamó a la solidaridad de las mujeres y el feminismo de Brasil: "no tenemos recursos ni para viajar ni para contratar servicios jurídicos especializados", dijo.
Del "Mirá cómo nos ponemos", al "Mirá como luchamos"
Con la lectura de un texto colectivo, las actrices contaron que "hace diez meses acompañamos la denuncia de nuestra compañera Thelma Fardín contra Juan Darthés. Entonces hablamos de cómo somos ignoradas al denunciar y exponer los abusos", dijeron, y destacaron que "nos unimos, nos organizamos y pudimos decir basta. Dijimos ’escuchénnos’; dijimos ’el tiempo de impunidad para los abusadores debe terminar’".
"Hoy volvemos a reivindicar la valentía de nuestras compañeras", afirmaron en referencia a otras actrices que también denunciaron al actor y debieron sufrir a cambio la revictimización y las causas judiciales que promovió en su contra Juan Darthés.
"Esta denuncia se transformó en un reclamo colectivo", dijo Thelma, y contó que "las llamadas al 144 aumentaron un 1240% en solo 48 horas". Sin embargo, como advirtió, el suyo "es un caso excepcional". "El 97 por ciento de las denuncias por violación no prosperan. El problema es sistémico, el poder judicial no contempla a las víctimas. Se las condena al silencio y la vergüenza”, afirmó.
"¿Qué vamos a hacer con el sistema para que haya un cambio radical?"
"Me han llegado testimonios de mujeres de 87 años que aún no se animaron a denunciar", contó la actriz reflejando el alcance desbastador que tiene gran parte de las veces la falta de recursos materiales y la revictimización de las instituciones del Estado.
Pero Fardin también destacó que habiendo pasado lo que pasó, "sé que soy una afortunada". "Pero ¿qué respuesta se les da a otras mujeres que no tienen estos privilegios? ¿Cómo vamos a trabajar para que la justicia no nos revictimice? ¿Qué vamos a hacer con el sistema para que haya un cambio radical?", interpeló.
"Sabíamos como sociedad que teníamos que hablar de esto. Después del Ni Una Menos, de la lucha por el aborto legal, mi caso pudo hacer foco", dijo, y destacó que aún así, "nosotras somos un grupo de buenas voluntades, pero la responsabilidad es del Estado. Necesitamos que esté al servicio de nuestras problemáticas", afirmó.
El Estado y la revictimización de las mujeres
"El paso del tiempo tradicionalmente ha sido un obstáculo para las víctimas", dijo a su turno Cartabia, quien subrayó que sin embargo, en el caso concreto, hubo suficiente prueba documental, entre la que estaban declaraciones de otras mujeres, entrevistas a los medios de comunicación brindadas por Darthés, pruebas periciales del Estado de Nicaragua como de Fardín, inspecciones oculares del lugar donde hace una década ocurrieron los hechos, testimonios de productores y otras personas que avalaron todas lo que la actriz había contado.
"Le debemos todo esto al movimiento de mujeres, a una enorme cadena de mujeres que se animaron a contener y a contar la violencia", destacó Fardín, y recordó que este fin de semana se realizó el 34° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, "que no tuvo mucho eco en los medios, pero fue un hecho enorme".
La persistencia de la violencia, que se reproduce en un sistema donde una minoría que tiene todo vive del trabajo de la mayoría que no tiene nada, muestra que este sistema no tiene mucho para ofrecer a la mayoría de las mujeres, que engrosan las filas de la pobreza y la precariedad, y además sufren la opresión patriarcal. Por eso la respuesta al Mirá como nos ponemos trascendió las cámaras de la TV hasta llegar a los barrios, a las fábricas, a las escuelas, reabriendo numerosos debates y también, nuevas puertas.
Si la sociedad hoy tolera menos las agresiones machistas, es por la movilización y la lucha de las mujeres y nuestros aliados durante todos estos años, no por concesiones de los gobiernos de turno, o por alguna evolución "natural" de un sistema que nos muestra todos los días que sólo puede estar destinado a perecer.
La imagen que ayer se hizo viral en las redes sociales, de una mujer trabajando, arriesgando la vida al borde del vacío para limpiar el vidrio de un lujoso edificio, es una muestra. Solo una postal de la miseria a la que condena este sistema a millones de mujeres y familias. Una postal de la Argentina que se viene de la mano de los planes de ajuste. Por mujeres y por pobres, la mayoría de ellas deben aceptar muchas veces las peores condiciones.
Las jóvenes obreras de Siam, que dijeron "Mirá como nos ponemos" cuando nos despiden, e instalaron su grito por la reincorporación; las valientes mujeres que limpian las casa del Nordelta, que se levantaron contra el racismo y la explotación de sus patronas y patrones; las obreras y obreros de la alimenticia Kraft, que repudiaron el maltrato y pararon la planta ante la violencia que sufrió una de sus compañeras, son algunos de los ejemplos de la profundidad de ese fenómeno que tuvo una nueva expresión, hace pocos días, en la localidad de La Plata.
Sin dudas esa es parte de la perspectiva que deberá asumir el movimiento de mujeres ante el escenario que se viene. Del Mirá como nos ponemos, al Mirá como luchamos, por todos nuestros derechos. |
