Con sólo el sonido del tren que pasa al lado de la cancha, ya que se jugaba a puertas cerradas, Newell´s perdió sin atenuantes. Tan mal que, por momentos y paradójicamente, se podía pensar qué estaba peor, si la gente que debe trasladarse en esos trenes en tan paupérrimas condiciones o la defensa de dicho equipo. Desde el arranque se veía a un Villalba que parecía sobrar en la mitad de cancha, ya que Castro y el mismo Maxi tendían a cerrarse en lugar de abrir el juego. Entonces al juntarse todos en la mitad de la cancha la pelota no le llegaba a Scocco, en su posición y tampoco a Ponce quien no obstante fue el más seguro en el juego.
Es probable que esto haya hecho desequilibrar a Mateo, que viendo lo que pasaba no sabía donde corregir y terminó jugando también muy mal. Así, con decisiones apresuradas, eligiendo lo que podía y no lo que convenía, con un Silva ganando absolutamente siempre la espalda de Martínez y con El Pochi Chávez iluminado, luego de perderse más de una posibilidad de gol, Newell´s termina el primer tiempo solamente 1-0 abajo por errores de los atacantes rivales, que era sabido venían con una pesada mochila psicológica (un técnico apretado por no haber ganado ningún partido y último en la tabla) que comienza a descargar con su primer gol.
En el segundo tiempo vuelve a equivocarse el técnico: conociendo los errores del primero, sale igual, sin cambios. A partir de ahí poco que decir. A los 3 minutos gol de Arsenal, fue como si después de estar una hora bajo un fuerte chaparrón, te echan un baldazo de agua helada.
Y Arsenal no fue para atrás, por el contrario parecían mirarse para ver quién convertía el tercero, jugando de contra. Partido muy difícil de comentar, Newell´s tuvo 0 de técnica, 0 de táctica, 0 de estrategia y 0 sus figuras claves (el tridente feroz de la previa). Así las situaciones de gol fueron diez contra una y media, y en esas diez, a los 47’ llega el 3-0. Justicia con el primer tiempo y mucho más con el partido. Para Newell´s, a barajar y dar de nuevo.
