Al cierre de la tercera jornada de protestas en Santiago y que se extendieron a todo Chile, Sebastián Piñera se dirigió al país, no con un balance, como era esperado, sino con una palabra lejos de la sintonía del diálogo y los acuerdos como fue durante el día. Su discurso instó más bien al odio hacia los manifestantes a lo largo del país, tomando como bandera de lucha su repudio contra quienes realizaron saqueos.
Colgándose de esos argumentos y en la lógica de sembrar terror dijo “ellos están en guerra contra todos los chilenos de buena voluntad que queremos vivir en democracia con libertad y en paz”. Sin embargo, ha sido su gobierno el que nos está privando del derecho a circular libremente, a reunirnos y manifestarnos con este Estado de Excepción y el actual Toque de Queda. Que lejos de sembrar la paz, sólo alimenta el descontento con las distintas expresiones represivas que hemos visto en estas jornadas: hostigamiento, encarcelamiento, tortura y asesinatos por parte de las fuerzas armadas, carabineros y la PDI.
Refiriéndose a las decisiones que ha tomado y tomará el Ejército, se dirigió al General Iturriaga manifestando “que cuentan con el total apoyo de nuestro Gobierno”, respaldando así todo el accionar que han desplegado las fuerzas armadas que como hemos visto en redes sociales han incurrido en montajes, carabineros armando barricadas, subiendo televisores a los retenes móviles, denuncias de saqueos en Ferias Libres, imágenes donde dejan abiertos supermercados y también, imágenes del curioso (por decir lo menos) incendio de Enel.
Existe una campaña y una línea del gobierno de criminalizar, lo hicieron todo el año con los estudiantes del Instituto nacional y lo hacen ahora contra la clase más empobrecida del país y contra quienes exigen legítimas demandas por medio de las masivas movilizaciones a lo largo de Chile, estableciendo el Estado de Emergencia en la Región Metropolitana, Valparaíso, Bío-Bío, O’higgins, Antofagasta, El Maule, Coquimbo y sumó además a las regiones de Ñuble, Los Ríos y Magallanes.
Durante esta jornada pudimos ver a la juventud y pobladores desplegados en las calles, ya sea legítimamente protestando, contra el Estado de emergencia y la militarización, contra la carestía de la vida, contra el saqueo de los recursos naturales o contra la corrupción. Organizándose espontáneamente, en un estallido efervescente y popular. Vimos también pobladores, vecinos en las esquinas juntándose incluso después del toque de queda. Familias con niños pequeños, porque tienen tal convicción de la legitimidad de sus demandas que van ahí, completamente armados de la fuerza de la realidad que los empuja a decir ¡Basta ya! Porque el estado de emergencia es su día a día, el estado de emergencia es llegar a fin de mes, es poder cubrir los gastos de salud y también la incertidumbre de una vejez en la más profunda miseria.
A ellos, Piñera hoy les llama delincuentes.
Es a ese sector a quien Piñera le declara la guerra y llama al país a avalar la brutal represión que hemos presenciado estos días. Se hace imperante que las y los trabajadores, pobladores y la juventud nos organicemos por una Huelga General e imponer un Asamblea Constituyente Libre y Soberana con representatividad desde los territorios, centros de trabajo y estudio, para terminar con este régimen de abuso y corrupción de empresarios y políticos cómplices, heredado de la Dictadura militar. |