El dictador será exhumado y trasladado fuera del Valle de los Caídos el próximo jueves 24 de octubre, según informó este lunes el Gobierno español, en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica de 2007. Sánchez juega una de las bazas de la continuación de la política de gestos culturales para lavarse la cara que ya desarrolló Zapatero, en plena oleada represiva en Catalunya.
“Justicia poética”: La maquinaria que exhumara a Franco se llama CAT
Ese mismo día, sus restos serán trasladados al panteón de Mingorrubio en un cementerio de las afueras de Madrid, donde está enterrada la viuda de Franco, Carmen Polo. Tanto la exhumación como la reinhumación se llevarán a cabo en la intimidad, en presencia de sus allegados. La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, estará presente durante la exhumación, el traslado y el entierro de Franco en su condición de notaria mayor del Estado.
Sánchez señaló, tras conocerse el fallo judicial, que de "esta manera se cerraba simbólicamente el círculo de la democracia española", concluye el comunicado. Una afirmación más que dudosa en vistas de la brutal represión desatada contra el pueblo de Catalunya en los últimos años para impedir de forma autoritaria su derecho a decidir.
Los gestos culturales no pueden tapar el sol
Sánchez visitó este mismo lunes Barcelona. Además de ser abucheado en un hospital, se dirigió a la sede de la Jefatura de la Policía Nacional en Catalunya -en la Via Laietana- para felicitar a los mandos y agentes del cuerpo responsables, junto a los Mossos d’Esquadra, de que hayan más de 600 heridos, 194 detenidos y 18 personas en prisión preventiva.
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En un discurso a los jefes de la policía, Sánchez ha definido Barcelona como "teatro de operaciones de los radicales y los violentos para trasladar al exterior su respuesta". El jefe del ejecutivo también ha apelado a la calma y ha instado a los agentes a ser conscientes de que las protestas de los independentistas se han convertido en una cosa "mucho más extraordinaria de lo que realmente es".
Sánchez les ha agradecido a los policías su vocación de servicio público, que considera que estos días "no se ha valorado lo suficiente" y para él y por los españoles, es un "orgullo". El discurso ha concluido con el aviso que la crisis no ha acabado y que hay "que "persistir".
Esta escalada represiva puede continuar antes y tras las elecciones, con o sin Sánchez. ¿Qué es lo que está buscando el Régimen? ¿Acaso medidas de excepción como la aplicación de la Ley de Partidos para ilegalizar formaciones, cerrar periódicos o encarcelar más militantes? Una historia ya conocida en el Estado español.
Por ello es importante que desde el resto del Estado no nos quedemos de brazos cruzados ante esta nueva escalada represiva y este atropello a las libertades democráticas más elementales. Este ataque no es solo contra el derecho a decidir, es también contra el derecho a la movilización y la autoorganización social.
¡Impulsemos asambleas en todos los centros de estudio, trabajo y barrios! Por la amnistía, contra la represión y por procesos constituyentes para decidirlo todo |