A raíz del irregular funcionamiento del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en cuanto al conteo de votos de la pasada elección del 20 de octubre, el ataque y violencia contra el rector de la universidad y vocero de la CONADE (Comité Nacional por la Democracia), Dr. Waldo Albarracín, la noche del 21 de octubre en el marco de la marcha llamada para la “defensa del voto” y según afirma la Resolución Honorable Consejo Universitario No. 400/2019, se llamó a Asamblea Docente Estudiantil cuyo único punto fue “la defensa de la democracia y la libertad”.
En dicha Asamblea se resolvió que la Universidad se encuentra en estado de emergencia, exigiendo la renuncia del TSE y rechazando su manejo del proceso electoral. Luego de días de estas resoluciones, Waldo Albarracín conformó junto a Carlos Mesa (candidato de Comunidad Ciudadana y expresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada), Oscar Ortiz y Samuel Doria Medina, entre otros, la Coordinadora de Defensa de la Democracia incorporándose de esta manera, a pesar de no formar parte de las resoluciones acordadas, al campo opositor.
En la Asamblea existieron diferentes voces desde discursos más mesurados ante la coyuntura hasta otros claramente antagonistas ante la posible re-elección de Evo Morales, donde aquellos pocos que llamaron a reflexionar sobre la posibilidad de abrir el temario para incrementar temas que también atañen al estudiante de base, tales como la transparencia del manejo de recursos estudiantiles, fueron acallados a la voz de “único punto”. Así también existieron quienes propusieron el desconocimiento al TSE y la FUL.
La democracia dentro de la misma UMSA
Hace más de 10 años que no se llamaba a la Asamblea Docente Estudiantil que es la máxima instancia de participación y deliberación de la UMSA. En este escenario, bajo el discurso de defensa de democracia la universidad recordó que existe esta instancia, sin embargo nos preguntamos, ¿existe democracia dentro de la Universidad?. Es de conocimiento público que la mayor parte de los universitarios y universitarias no se sienten representados por los Centros de Estudiantes (CES) de su carrera; lo vimos recién en Derecho: el fraude y la manipulación del comité electoral no tiene nada que envidiar a lo que sucede en el TSE nacional.
Es también el caso de la Federación Universitaria Local (FUL) posesionada mediante la violencia y el fraude hace dos años. Esto se ve intensificado cuando esta instancia que debería llevar adelante las denuncias de las y los estudiantes de base, termina en los hechos a favor de las camarillas docentes-estudiantiles a cambio de becas, viajes, seminarios en hoteles de lujo -todo pagado- y por notas de aprobación.
Así también se ha naturalizado que en facultades como la de Derecho y Ciencias Políticas al dejar los cargos de Decano, Director y Ejecutivos de Centros de Estudiantes, entre otros, se lo haga sin realizar una rendición de cuentas públicas. Muchos no saben dónde va lo recaudado de los “aportes voluntarios” o de las concesiones a privados por los servicios de baños, fotocopias y cafeterías.
¿Dónde estaba el discurso de defensa de libertades, la democracia y la llamada a no desmovilizar cuando asesinaron a nuestro compañero Jonathan Quispe, por exigir mayor presupuesto para educación?, ¿dónde estaba ese discurso cuando se despedían a las y los trabajadores como en ENATEX, ECOBOL, LA PAZ LIMPIA, dejando a familias sin sustento económico? o ¿cuándo las y los compañeros indígenas y campesinos salen a las calles para pedir que se respeten sus territorios?. ¿Dónde está ahora que se registran más de 94 feminicidios, siendo una de las cifras más alta en los últimos años?.
Que democracia defendemos
En la Asamblea Universitaria se habló también de recuperar el espíritu democrático combativo de las y los estudiantes, que en efecto se debe recuperar ese espíritu, pero no limitándonos a la alternancia de gobiernos, que al igual que en la Universidad no nos representan.
Nosotros defendemos una educación pública, laica, gratuita, no sexista y popular, al servicio de los trabajadores y el pueblo. Que sea ampliamente democrática que nos forme en la autonomía y en un espíritu crítico y no en la obediencia y el conformismo, para permitirnos mejores condiciones para comprender nuestra realidad, independientes de quiénes quieren educarnos para reproducir un sistema que cada día muestra su verdadera cara de miseria, explotación y opresión, como lo exigen los planes de ajuste del FMI y el imperialismo en Argentina, Ecuador o Chile.
Una universidad democrática que plantee enfrentar los constantes y sonantes casos de acoso que por miedo permanecen “invisibilizados” llevando a gran cantidad de compañeras a quedarse calladas y teniendo que lidiar con la impunidad de la que gozan docentes y dirigentes estudiantiles acosadores.
Por una democracia que nos llame a pelear y que permita que las y los estudiantes discutamos libremente y empecemos a opinar y expresar nuestras posiciones frente a temas académicos, culturales y políticos entre otros.
Y si hablamos de defensa de libertades nosotros buscamos que se extienda y profundice en los derechos civiles y políticos para los trabajadores, indígenas, mujeres, diversidades sexuales, y del conjunto de la población explotada y oprimida.
Ahora después de más de 10 años llaman a Asamblea las mismas burocracias docentes y estudiantiles que fueron cooptadas por partidos antes del MAS y que hoy muchos de ellos pasan a Comunidad Ciudadana. Nos convocan para defender intereses de partidos neoliberales, siguiendo la misma lógica universitaria de llamar a las bases sólo cuando es necesario armar Comité Electoral.
¡Luchemos por una educación democrática donde no nos llamen a asambleas solo cuando les somos funcionales a sus intereses!
¡Por una democracia donde podamos deliberar y defender nuestros intereses en unidad con las mujeres la juventud y más en general los trabajadores del campo y la ciudad!
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