Fue el primer acto tras el triunfo electoral del Frente de Todos, en las generales del domingo pasado. El presidente electo Alberto Fernández se rodeó en Tucumán de un relevante entorno político, sindical, clerical y empresarial que lo acompañó en el viaje.
Luego de la reunión de este lunes con Mauricio Macri, en la Casa Rosada, participó allí de la ceremonia de asunción del gobernador reelecto Juan Manzur, un íntimo aliado suyo que vuelve a la gestión de la provincia junto al vicegobernador Osvaldo Jaldo, tras conseguir más del 51,5 por ciento de los votos locales, en junio pasado.
La llegada de Fernández junto a esa importante comitiva debe leerse no sólo como un gesto de agradecimiento al mandatario local, que ofició de armador político de acuerdos a favor de la fórmula presidencial, sino también como una muestra del poder conquistado para avanzar en el pacto social que promueve el Frente de Todos ante la crisis en curso.
Del acto, que se realizó en un teatro de la capital tucumana, participaron jerarcas de las iglesias, gobernadores peronistas, autoridades de la Unión Industrial Argentina (UIA) y dirigentes sindicales de la Confederación General del Trabajo (CGT), a los que Manzur agradeció especialmente la presencia.
Aliades para el ajuste
Por el lado de los empresarios, la presencia del titular de la UIA, Miguel Acevedo, y de su segundo, Daniel Funes de la COPAL; del presidente de la Confederación Empresaria de la República Argentina (CGERA), Marcelo Fernández; de Adelmo Gabbi de la Bolsa de Comercio y de Julio Crivelli de la Cámara de la Construcción, es más que un dato.
Por el lado de los gobernadores, estarán presentes destacados aliados del antiderechos Manzur, como Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Sergio Uñac (San Juan), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Lucía Corpacci (Catamarca) y Sergio Casas (La Rioja).
Sergio Massa, quien muy probablemente presidirá la Cámara de Diputados de la Nación en el próximo período; el senador cordobés Carlos Caserio (presidente del bloque el PJ en la Cámara alta); Cecilia Moreau y Raúl Pérez, también se sumaron a la delegación que asistirá a la asunción del gobernador que supo ser Ministro de Salud durante los gobiernos kirchneristas.
Junto a ellos, se sentaron los representantes gremiales a los que Fernández pidió unificar la CGT. Encabezados por su titular, Héctor Daer, también se estuvieron su hermano Rodolfo Daer (Alimentación), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio); Carlos West Ocampo, José Luis Lingeri (Luz y Fuerza), Andrés Rodríguez (UPCN), Sergio Sasia, Antonio Caló (UOM), Norberto Di Próspero, Omar Viviani (Taxistas) y Osvaldo Iadarola (Telecomunicaciones), Norberto Di Próspero (APL) y hasta Julio Piumato de los Judiciales.
“Manzur es un amigo del movimiento obrero”, dijo el titular de la CGT. "Hoy estemos todos los dirigentes sindicales y que esté Alberto Fernández muestra a las claras lo que significa Juan Manzur para nuestro país”, añadió. Por si faltaran muestras de la alianza que está en juego, el también secretario general de esta Confederación, Carlos Acuña, agregó que “la CGT le desea lo mejor y lo apoyará en su futuro gobierno”.
Pero como si tanto gesto benevolente con el gobernador amigo de las cúpulas clericales no fuera suficiente, también viajaron a la provincia -donde más de 600 mujeres han sido judicializadas por abortos no punibles-, otro ex ministro de Salud del kirchnerismo, Ginés González García; la vicegobernadora electa de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, quien antes de dejar su lugar como intendenta de La Matanza creó una Secretaría de Culto para las iglesias evangelistas; y su sucesor, el intendente electo Fernando Espinoza. Fernando Gray, presidente del PJ bonaerense e intendente reelecto de Estseban Echeverría, también es de la partida.
Daniel Lipovetzky, recientemente electo diputado provincial por la provincia de Buenos Aires, dentro de las listas de Juntos por el Cambio, también viajó a la asunción. Su participación, junto a las principales figuras del peronismo, es leída por muchos como parte de los reacomodamientos políticos que abre la coyuntura poselectoral. Como se sabe, luego de encabezar el debate por aborto en el Senado, el lugar de Lipovetzky fue relegado a segundo plano, para dar paso a la ofensiva clerical que finalmente logró influenciar el armado de las listas.
Tensiones
El mandatario tucumano fue uno de los gobernadores presentes en el búnker del Frente de Todos, en el barrio de Chacarita, el domingo pasado. Tras su deslucida participación, algunos vieron un posible foco de conflicto entre albertistas, peronistas y kirchnerista: las principales alas que integran la alianza que asumirá el 10 de diciembre en la gestión del Estado.
Mientras Manzur no fue convidado a subir el escenario, el acercamiento de Vilma Ibarra y Gustavo Béliz al nuevo presidente de la Nación, fomentó esos rumores de tensión.
La participación de la comitiva en la asunción vendría a confirmar lo contrario: mucha gestualidad en el evento que, detrás de la escena del teatro Mercedes Sosa, tendrá sin dudas encuentros, reuniones y charlas que apuntarán a preparar el terreno necesario para aplicar las medidas que requiere el próximo gobierno para el cumplir con ajuste y las medidas del FMI.
"El aporte para la unidad fue importantísimo. Esperamos que siga jugando un papel importante en la nueva Argentina", dijo al respecto el ex ministro de educación del kirchnerismo, Daniel Filmus, respecto de Manzur.
Militante de las filas del Opus Dei, el reelecto gobernador tucumano es considerado un dinosaurio de pura cepa. Encarceló a la joven Belén en Tucumán, declaró “pro-vida” la provincia, encabezó junto a las Iglesias las llamadas marchas “por la vida”, obligó a parir a una nena de 11 años que había sido violada, escondió las cifras de pobreza y muerte por desnutrición infantil, garantizó despidos y precarización laboral, comprometió con el voto de sus diputados el futuro de los abuelos, los acuerdos con los fondos buitres, el pacto fiscal y los presupuestos de ajuste.
Ahora, de la mano de un gobierno que considera propio, se propone dar continuidad a esos planes, pero con más fuerza. La foto en la que, "flojitos de mujeres", posaron los representantes del Frente de Todos en la asunción de Manzur, parece anticipar, quizá solo incipientemente, ese curso que intentarán darle a estos nuevos mandatos del peronismo reelecto.
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