Un videograph muy pretencioso, “Victor Hugo le responde a todos”, prometía, como mínimo, mucho debate en el programa Mauro 360 del domingo pasado en el canal América 24, conducido por Mauro Viale. Sin embargo, no solo que eso no sucedió, sino que el relator oficial terminó no debatiendo con nadie.
A partir de la andanada de críticas que recibió Morales por sus declaraciones, más que polémicas sobre la vida en las villas de la ciudad de Buenos Aires, el periodista ejercitó una serie de argumentaciones maniobreras que dejan mucho que desear y que recitó como un monólogo, sin aceptar interrupciones. Veamos algunas de ellas.
En primer lugar, en vez de centrarse en sus dichos y ratificar o rectificar los mismos, eligió esquivar el bulto. Como era de esperar, su defensa comenzó con un virulento ataque a Clarín y Héctor Magneto, a quienes calificó de mentirosos y de editar de manera maliciosa sus declaraciones. Rápido de reflejos, dicho grupo, desde hace tiempo se viene haciendo un festín con las grandes mentiras del relato K – el gendarme carancho y Berni, las causas contra Boudou y ahora los dichos de Victor Hugo – . Obviamente en su pelea contra el gobierno, utiliza a su favor todo lo que puede, nadie cree que su cruzada contra Victor Hugo sea porque defiende a los 3 millones de personas afectadas por el déficit habitacional de todo el país. Sino entonces como se explica que ni Clarín, ni ninguno de los grandes medios de comunicación hayan estado en la marcha del martes 9 de septiembre convocada por los habitantes de la villa 20 y el barrio Papa Francisco, que siguen en la calle y sin ninguna respuesta. Saber que Clarín tiene juego propio, no lo disculpa en nada a Victor Hugo.
En segundo lugar, confunde ,en una operación consciente, la dignidad de los miles de trabajadores que habitan las villas con que es digno vivir en las villas. Como dijo Yuri Fernandez, trabajador de Brukman y delegado de la villa 1-11-14, en una carta dirigida al periodista y publicada en este diario : “¿Cómo se puede hablar de dignidad cuando familias contraen tuberculosis por el hacinamiento? ¿Cuándo nos falta agua, cloacas, luz? ¿Cómo se puede decir que se elige esto para nuestros hijos, cuando hace años venimos reclamando vivienda digna y urbanización? No se elige vivir así, nos obligan”.
Y en tercer lugar, intenta justificar sus pensamientos apelando a las bondades de “vivir en una gran ciudad como Buenos Aires”. ¿Y cuáles serían dichas bondades?: estar cerca del obelisco, poder hacerse una escapada al cine o al teatro, no tener dos hs. de viaje para ir a trabajar. No creo necesario tener que explicar la jerarquía que tiene la actividad cultural y los paseos turísticos por la ciudad en la vida cotidiana de los habitantes de las villas. Se me ocurren algunas que los deben preocupar, como por ejemplo, poder tener un trabajo digno, en blanco si es posible para tener obra social para sus hijos y un recibo de sueldo que les dé la posibilidad de alquilar en mejores condiciones, tener escuelas cercas, en buenas condiciones y con buenos presupuestos para que sus hijos puedan estudiar, algo tan básico pero que es inaccesible para la mayoría de los trabajadores inmigrantes que pueblan las villas, tener dni. ¿Las considerará Victor Hugo preocupaciones menores?
Consciente de lo pobre de sus argumentos, Victor Hugo eligió escupirlos sin parar y evadir cualquier debate. Tal es así que cuando el Dr. Claudio Santa Maria, médico asiduo visitante de los programas de televisión, decidió interrumpirlo y explicarle que desde el punto de vista médico: “para la condición humana no es digna la vida en una villa”, al no poder acceder a cosas elementales como agua potable, cloacas, luz, buena ventilación, entre otras cosas, rápidamente salió al cruce y le dijo: “yo no vine conversar contigo”.
Entonces me pregunto: ¿Victor Hugo a quién le respondió? |