Este domingo, Myriam Bregman quedó a menos de 8000 votos de convertirse en la primera diputada nacional por la Capital Federal del Frente de Izquierda desde su fundación. En las redes sociales fue una de las incógnitas que se seguían minuto a minuto después de que salieran los primeros datos oficiales y se confirmara que no iba a haber segunda vuelta.
Miles de personas felicitaron a “La Rusa” y la militancia del FIT - Unidad por una campaña a pulmón que, en medio de un escenario muy polarizado, logró plantar como una figura de toda la izquierda a una candidata que, en el Congreso o en las calles, es imprescindible para la lucha de las mujeres, la clase trabajadora y la juventud.
Pero también estuvieron quienes se pusieron contentos. Claro, los antiderechos, la derecha reaccionaria y los amigos del macrismo festejaron que la banca se la quedara una representante cambiemita de pañuelo celeste. Fue el caso de Agustín Laje, un escritor que, siempre que hay una causa justa, un derecho por el que luchar, está ahí para tirarse contra quienes reclaman y abrir la cloaca para que salga todo su resentimiento.
Pero, ¿por qué Laje festeja que Myriam no se diputada?
Siempre con la iglesia, nunca con las pibas
Agustín Laje es un rabioso defensor de “las dos vidas”, es decir de que sigan muriendo mujeres pobres producto del aborto clandestino. No es de extrañar, siendo que cada vez que hace una conferencia en algún lado, es invitado por una institución religiosa. ¿Cómo no se va a poner contento si no entra la representante de la única lista que, sin fisuras, reclama desde siempre la legalización del aborto seguro y gratuito y la inmediata separación de las Iglesias del Estado, mientras el resto de las listas que competían en la elección estaban plagadas de antiderechos como Valdés, Tonelli o Marco Lavagna?
Orgulloso lamebotas de Trump
Ante cada ataque brutal de un gobierno contra su pueblo, como pasa ahora con Chile y hace algunas semanas con Ecuador, Laje no pierde el tiempo y sale a defender a los policías que asesinan en las calles y a atacar, al mismo tiempo, a los manifestantes que se rebelan porque están hartos de la miseria a la que están condenados hace décadas. Es obvio que una diputada de izquierda sería la primera en poner el tema en agenda para llenar de solidaridad a esos pueblos y denunciar la represión de los gobiernos “lamebotas” del imperialismo yanqui, como lo catalogó Del Caño a Macri durante el debate presidencial. Laje, por el contrario, prefiere idolatrar a los ultraderechistas Bolsonaro y Trump.
Un amigo de los genocidas y de la impunidad
Pero hay más, porque siempre se puede estar un poquito más cerca del fascismo. Cada vez que tiene oportunidad, Laje saca a relucir, con mucho orgullo, que está a favor de los militares genocidas que en los 70’s secuestraron, torturaron y desaparecieron a toda una generación de obreros y estudiantes que venían haciendo tambalear al poder hacía años, que le habían hecho una huelga general a un gobierno peronista por primera vez y que se planteaban pelear por una sociedad sin explotación ni opresión. ¿Quién se podría sorprender de que Laje esté en contra de la abogada de Julio López, reconocida por su labor en derechos humanos y que fue parte de lograr que se encarcelara al cura Christian Von Wernich por su participación en delitos de lesa humanidad?
Ideología del odio
Myriam Bregman pelea por la implementación, en todos los colegios, de la Educación Sexual Integral, lo que hoy no sucede por el lobby que hacen las iglesias en las que reza y hace política Laje. Myriam es una luchadora incansable por los derechos de las mujeres y disidencias. Mientras tanto, Laje denuncia la “ideología de género”, nombre increíble que le da a la ESI para oponerse, planteando que hay una especie de poder internacional o intergaláctico que le quiere imponer la homosexualidad a la juventud. Habría que avisarle que el poder es el del Vaticano y evangelistas varios, que sin ningún apoyo popular pero con muchísima plata, hacen lobby para evitar conquistas de derechos individuales y colectivos.
Decime quién te ataca y te diré por qué sos indispensable
La campaña del Frente de Izquierda, que llevó a Myriam Bregman como candidata a diputada nacional, fue mucho más allá de la militancia del FIT-Unidad. Muchísimas personalidades del feminismo y la disidencia sexual, que incluso poco tienen que ver con el trotskismo, difundieron sus propuestas y dieron su apoyo durante meses. En los últimos días, un sector del kirchnerismo salió ofensivamente en todos los ámbitos a discutir que había que votar la "boleta completa" con todos los pañuelos celestes que los acompañaban. El resultado está a la vista.
Como ya dijeron cientos de personas, tanto Bregman como toda la militancia del Frente de Izquierda va a seguir en las calles, defendiendo cada lucha y cada causa justa, pero sobretodo peleando contra este sistema capitalista y patriarcal, que nada tiene para ofrecerle a las grandes mayorías de esta sociedad.
La Rusa seguirá siendo legisladora porteña, junto a la recientemente electa Alejandrina Barry y a Gabriel Solano. Sin embargo, por muy poquito, en el Congreso va a haber un pañuelo celeste de Cambiemos en su lugar. Fortalecer a la izquierda, de cara a los escenarios que se vienen, en medio del ajuste, de un Congreso que será aún más celeste y de un gobierno donde aliados antiderechos como Juan Manzur tendrán un rol preponderante, es, sin dudas, una tarea clave. |
