El golpe de Estado de 1976 en Argentina fue durísimo para el movimiento obrero y para el pueblo pobre. Los militares y sus cómplices son responsables de la desaparición de más de 30.000 personas, de los cuales el 65 % pertenecían a la clase obrera.
Lo primero que hicieron los militares fue ir a las fábricas: el blanco principal fueron las comisiones internas y cuerpos de delegados. Empresarios y burócratas sindicales entregaban listas negras; miles de dirigentes, delegados y activistas eran detenidos. Intervinieron los sindicatos, eliminaron el derecho a huelga, extendieron las horas de trabajo, implementaron leyes antiobreras.
El movimiento obrero, en base a experiencias históricas forjadas anteriormente, resistió con sus métodos de lucha y organización. Sectores combativos y organizados se lanzaron a defender sus conquistas. Esto solo pudo ser garantizado por la organización clandestina de la base. Hubo una importante innovación: el trabajo a tristeza, trabajo a reglamento, quite de colaboración y principalmente el sabotaje. Como sabemos, el gobierno militar respondería con represión, detenciones, torturas, secuestros y desapariciones, pero estos ejemplos son una muestra de cómo la clase trabajadora, junto a la lucha de los organismos de derechos humanos, resistieron a los planes de la dictadura militar.
En las principales automotrices y siderúrgicas se organizaron sabotajes a la producción. El gremio de Luz y Fuerza inició una huelga de brazos caídos en protesta por despidos. Las trabajadoras y trabajadores de ENTEL (telefónicos) llevaron adelante medidas en solidaridad, y así otros ejemplos.
En esta historieta se contará lo ocurrido en la empresa Segba, luego de ser intervenida el 5 de octubre de 1976 por los militares. Está basada en el libro Oposición obrera en la Dictadura, de Pablo Pozzi, y una entrevista del 23 de octubre de 1976 a un delegado anónimo despedido de Segba (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires) que salió publicada en un cable de noticias de ANCLA (Agencia de Noticia Clandestina) de Rodolfo Walsh.
|