La ex candidata presidencial de Revolución Democrática (Frente Amplio), se ha referido en varias instancias sobre la rebelión popular y protestas nacionales que tiene al gobierno en su peor crisis, sin embargo, la estrategia del ala que representa RD en el conglomerado queda muy clara con sus declaraciones.
En dicho programa virtual Sánchez declaró que "el gobierno cambio solo el tono, pero no el contenido" y que está a la espera de una nueva oferta. Esperar ofertas de Piñera no es otra cosa que reconocer su autoridad y exigir la iniciativa de éste en materia de leyes.
Sánchez esta semana se pronunció valorando el llamado a diálogo de Blumel (ministro del Interior), condenando la violencia a la par de la vocera de gobierno Karla Rubilar y diciendo que le parece correcto separar lo que es la manifestación pacífica de otros sectores que deciden enfrentar la represión policial. Un completo disciplinamiento del gobierno a la oposición.
A pesar de denunciar las violaciones a los Derechos Humanos por parte del gobierno, la ex candidata presidencial nada habla sobre exigir juicio y castigo a los responsables, desde Piñera, Chadwick, Ubilla y Espina hasta los mismos militares y Carabineros que cometieron asesinatos, golpizas, detenciones ilegales y torturas.
En cuanto al debate sobre la Constitución heredada de la dictadura, aclaró que el Frente Amplio llamará a un proceso de plebiscito constituyente diciendo que el presidente Piñera debe llevarlo a cabo, en pocas palabras, dejaron de lado lo que gritan las calles con fuerza, que es que se vaya Piñera y todo su gabinete.
El Frente Amplio parece esforzarse por darle estabilidad a un gobierno en crisis y sin respaldo de la población. El proceso de Acusación Constitucional propuesto por Pamela Jiles (Partido Humanista), es imposible que logre concretarse debido a que se necesitan dos tercios de la cámara alta para aprobar la medida, y ya contamos con experiencias como el caso Cubillos, la ministra más repudiada por la ciudadanía pero que quedó en pie tras largos meses de acusación.
En Chile se ha abierto una discusión política y programática sobre qué salida dar a la rebelión popular. Como vimos, los principales poderes del régimen y la burguesía apuestan por salvar a Piñera, descomprimir las movilizaciones (atacando duramente a los sectores más activos), poniendo en el centro concesiones económicas menores y abriéndose a reformas políticas para desviar la movilización hacia un camino institucional. Los partidos del Frente Amplio y el Partido Comunista plantean la necesidad de un “nuevo pacto social” entre los partidos del régimen, los empresarios y las organizaciones sindicales y sociales. |