El pasado miércoles fueron protagonistas de una medida de fuerza que demostró la unidad, no sólo de los trabajadores de la educación, sino también de obreros de distintos gremios que demostraron su solidaridad con los más de 700 docentes del distrito de Tigre que se encuentran en conflicto por el incumplimiento del gobierno provincial que, mientras gasta millones en su campaña electoral, no depositó sus sueldos. El plan de lucha, que nuevamente no contó con el apoyo de la dirección del SUTEBA provincial, siempre dando la espalda a sus afiliados, había comenzado con la toma de da Jefatura Regional de Tigre y siguió con marchas por el centro del municipio y un corte de vías de la línea Mitre de trenes, tuvo como punto más alto el corte de la Autopista Panamericana a la altura de la la Ruta 197.

La manifestación se llevó adelante a pesar del fuerte operativo de la Gendarmería Nacional que había sido retirada de la Panamericana durante el conflicto de Lear debido a las salvajes represiones que generó, y volvió para evitar esta protesta, pero no pudo cumplir su objetivo de callar las voces de cientos de docentes de Tigre y otros distritos que se sumaron solidariamente, en su mayoría mujeres que, con altísima moral, no se dejaron intimidar.

Esta acción tuvo gran repercusión en los medios de comunicación, lo que permitió difundir masivamente el conflicto y poner en evidencia la desidia de los funcionarios públicos. Una vez más, quedó demostrado que, quienes deberían velar por la educación pública, no lo hacen, Sólo Christian Castillo, Diputado Provincial del PTS en el FIT, presentó una Declaración de Preocupación y un Pedido de Informe al Gobierno de la Provincia. Son también los legisladores del Frente de Izquierda los que presentaron (y cumplen) el Proyecto de Ley para que todos los Diputados ganen lo mismo que un docente. El resto de los funcionarios, a pesar de cobrar altísimos sueldos por ello y, por el contrario, cada vez que los docentes reclaman un más que merecido aumento o piden por mejoras edilicias, son atacados públicamente por éstos, con discursos que que tienen como objetivo generar divisiones entre docentes y el resto de los trabajadores. Pero queda más que claro que los trabajadores no estamos dispuestos a entrar en ese juego, sabemos que pertenecemos a una misma clase, la clase trabajadora, y sabemos que es solo gracias al esfuerzo de maestros y profesores que se mantiene en pie algo tan esencial como la educación pública de la cual depende el futuro de sus hijos y, sabemos que docente que lucha, también está enseñado. Los guardapolvos mezclados con uniformes de distintas fábricas, son la imagen de la unidad, cada vez más estrecha, de la clase trabajadora.