El índice elaborado por el banco JP Morgan superó los 2400 puntos, un nivel máximo en dos meses, por el aumento de los temores respecto a la probable reestructuración de la deuda luego del 10 de diciembre.

Al finalizar la segunda semana de la transición “ordenada” hacia el 10D, con un dólar que anotó la cuarta baja consecutiva cerrando a $ 63,05, esta vez fue el riesgo país el que mostró señales de alarma.

Este índice elaborado por el banco JP Morgan que aumenta cuando se sube la desconfianza de los “mercados” sobre las capacidades de un país de afrontar los próximos vencimientos de deuda, superó este viernes los 2400 puntos.

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Este indicador aumentó 74 unidades y cerró en 2.416 puntos básicos, consolidando un nivel máximo en dos meses; principalmente impulsado por los temores que genera la probable reestructuración de la deuda que se anunciaría luego del 10 de diciembre.

Aunque prima el consenso político que ha llevado cierta tregua sobre el “mercado” cambiario -eso sí a costa de una súper cepo y luego de haber permitido una quema de reservas mayor a USD 23.000 millones luego de las PASO- para los analistas este nivel de riesgo país es considerado como ‘default’ por parte del mercado financiero.

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“Nosotros no podemos pagar (la deuda) en las condiciones que está la economía argentina”, remarcaba el presidente electo Alberto Fernández en una entrevista con el canal ruso de televisión RT.

Fernández se ha cansado de afirmar que honrará los compromisos de deuda asumidos por el macrismo sin cuestionamientos. Pero para avanzar en un plan de reestructuración deberá mediar entre los intereses de los bonistas y las condiciones del FMI para liberar fondos.

Por su parte, el un portavoz del FMI afirmó estar disponible para dialogar con Fernández sobre el futuro del Stand By, pero aún no hay ninguna reunión agendada. Mientras algunos asesores económicos del albertismo se han reunido con bonistas para escuchar propuestas. De fondo, están negociando como seguir pagando cada dólar de una deuda usurera a cambio de un ajuste fiscal mayor y de reformas anti obreras. Una salida que frene este saqueo de recursos sobre el pueblo trabajador implica el no pago de la deuda y echar al FMI.

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