El diputado Martín Sodano, electo recientemente, se expresó de forma polémica e indignante sobre varios derechos conquistados en Uruguay, además de atacar a las mujeres con un discurso misógino y machista.
Manifestó su deseo de realizar modificaciones en la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, Ley Trans y la ley que regula la producción y venta de marihuana. También mostró su desacuerdo en algunos aspectos de la educación sexual.
Martín Sodano es un mecánico naval de 36 años, católico no practicante y padre de cuatro hijos que concurren a colegios privados. Representará en el Parlamento al partido Cabildo Abierto, partido que tiene como protagonista al antiderechos Manini Ríos, ex militar, defensor de los criminales de la dictadura y los privilegios de la corporación militar.
En una entrevista realizada por la revista Búsqueda, el diputado electo señaló su postura sobre algunos temas. Luego tuvo que salir a retractarse, dada las repercusiones de sus afirmaciones. Pero veamos lo que dijo.
Sus dichos
Cuando se le preguntó sobre el aborto dijo que está en contra "del aborto porque sí, de abortar por abortar”, y señaló: “A ver, si te gustó, bancátela. Si no tuviste la responsabilidad de cuidarte, que es tan simple como cuidarte cinco minutos de tu vida, bancátela. No le puede ganar la desesperación a la irresponsabilidad".
También agregó: “Hoy hay mucha libertad, cualquiera hace lo que quiere y después dicen: ’Vení, sacámelo, total, no pasa nada’. Para algunas mujeres es como una canilla libre". "Abortar no es un juego. Hay muchas niñas que les llevan 12 años de diferencia a sus hijos. Es una tragedia. Si el criterio es que yo quiero tener al niño, me hago responsable y punto. Ahora, si una niña o una familia sin recursos no puede hacerse cargo de una criatura, bueno... ahí tiene que haber un trabajo con asistentes sociales y técnicos que ayuden a la familia en su decisión", indicó Sodano.
Acerca del matrimonio igualitario dijo que él es "medio chapado a la antigua", y agregó: "Todos tenemos la libertad de amar a quien queramos. Tengo amigos gays y son excelentes personas. Acepto su decisión, la respeto, pero no la tomo en un punto de valor como para educar a mis hijos".
En cuanto a la Ley Integral Para Personas Transexuales indicó no estar de acuerdo con algunos puntos, expresó: "Yo creo que los trans son tan orientales como yo y tienen los mismos derechos, del primero al último. Pero los menores no pueden elegir eso. ¿No son mayores para poder votar pero sí para decidir qué sexo tendrán? ¿No son mayores para comprarse cigarrillos pero sí para recibir tratamientos que alterarán su cuerpo?".
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Respecto a la educación sexual en las escuelas subrayó: "En esa educación que les dan a los niños en los libros y en las guías aparecen materiales que dicen que todos somos iguales, que todos podemos ser varón o nena, y no es así. El varón es varón y la nena es nena. El varón no menstrúa, el varón no queda embarazado; el varón embaraza. Punto. Somos un animal más en la Tierra. No les voy a poner la duda en la cabeza a mis hijos sobre si quieren ser varones o nenas, porque nacieron con un sexo. Cada uno tiene que ser libre de evaluar, pero los padres tienen que ser más libres de educar a sus hijos sobre estos temas".
Otro punto con el que no está totalmente de acuerdo el diputado, es con la ley que regula la producción y venta de marihuana. Reafirmó la postura de su partido de solo habilitar el uso, producción y venta de cannabis medicinal, agregó: “Acá hay que cuidar a todos los orientales. No robarle el negocio al narco, como dijo Mujica, para que los otros se sigan matando". Considera que el cannabis “es una puerta para drogas más pesadas. "Empezás a consumir marihuana, pero no es con la droga que terminás", argumentó.
Misóginos, machistas y antiderechos
Por más que Cabildo Abierto haya acordado con los partidos opositores para la segunda vuelta “mantener la legislación vigente”, el diputado Sodano marcó la postura que mantendrá en sus funciones parlamentarias. Las intenciones del diputado y su sector son claras: buscan modificar las leyes mencionadas para limitar los derechos. Buscan ocupar una banca para legislar desde su cosmovisión y coartar la libertad de hombres, mujeres y disidencias.
Repudiamos sus dichos misóginos, machistas y antiderechos. Además, a partir de los dichos del diputado se explica el interés de Manini Ríos por el Ministerio de Salud Pública: buscan acceder a ese espacio para comenzar a retroceder en las conquistas del pueblo uruguayo.
A pesar que la ley de aborto vigente en el país no es nuestra ley, porque nuestros cuerpos siguen bajo la tutela del Estado y dependemos de la “objeción de conciencia” de los profesionales, sí consideramos que ha sido un avance que impide la muerte de las mujeres. Las estadísticas muestran que la mortalidad materna no sólo disminuyó sino que es la más baja de América Latina. Las mujeres no “abortamos porque sí” ni vemos la práctica como “una canilla libre”. No solo se trata de una decisión personal que toma cada mujer, sino que también en el país hay ciertos requisitos para acceder a la interrupción del embarazo. Las mujeres en Uruguay no salimos a abortar en masa.
A esto se le suma el impedimento que supone para nosotras la objeción de conciencia de los médicos. En el interior del país muchos profesionales se niegan a atender estos casos y exponen a las mujeres a tener que viajar varios kilómetros a otros departamentos en busca de atención médica y arriesgando los plazos legales.
Los antiderechos con su doble moral, que caracteriza a ciertas clases pudientes del país que sí tienen la posibilidad de practicarse abortos en las mejores clínicas y condiciones, condenan con su discurso moralista al resto de las mujeres a la ilegalidad y muerte.
El derecho al aborto es una demanda histórica del movimiento de mujeres, no solo para terminar con las muertes por abortos clandestinos (en su mayoría son jóvenes y pobres), sino también para decidir sobre nuestros cuerpos. También seguimos luchado para que la educación sexual se de en las escuelas para prevenir embarazos y enfermedades. Sin embargo, uno de los principales obstáculos es las distintas iglesias (en especial la católica y la evangelista) que se involucran en la temática, impidiendo que muchos jóvenes accedan a una educación sexual integral científica, laica y con perspectiva de género.
En Uruguay ya fracasó la consulta impulsada por conservadores para derogar la Ley Trans. Se realizaron marchas y actividades a favor de la ley en las cuales la ciudadanía acompañó y apoyó la lucha por el derecho a ser. Con respecto a la legalización de la marihuana, la Ley de Regulación del Cannabis colaboró a terminar con la persecución de la juventud y de los autocultivadores, ya sea para consumo recreativo o para uso medicinal.
Sin embargo, estos sectores retrógrados insisten, de una forma u otra, acceder a determinados espacios de poder para ir en contra de las conquistas. Por eso el movimiento de mujeres organizado tiene que estar preparado para dar pelea y evitar dar un paso atrás.
¡Con nosotras no van a poder! Es esencial organizarnos en nuestros lugares de estudio y trabajo para enfrentar los ataques de los antiderechos. Si el parlamento no nos representa, mujeres y disidencias nos haremos escuchar en las calles, porque los derechos no se negocian. |