Este jueves Bolivia se vio cruzada por una nueva jornada convulsionada. Por un lado continuaron las movilizaciones contra el Gobierno golpista de la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez. Por el otro, avanzan las primeras muestras de un intento por cerrar la crisis abierta tras el golpe contra Evo Morales, específicamente en los anuncios de un “dialogo” entre diputados y referentes del MAS y el golpismo.
Masiva movilización campesina contra el golpe de Estado
Las manifestaciones volvieron a tomar La Paz, a las que se sumaron las “provincias” del interior del departamento de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y otras zonas. Esta vez los campesinos de Viacha cercaron la Plaza Murillo al grito de "Áñez golpista el pueblo no te quiere". En El Alto, protagonista de las marchas de martes y miércoles, estaban divididos sobre si bajar o no a La Paz.
De esta forma la impronta la dieron los campesinos que llegaron por miles al centro político y se encontraban en las inmediaciones de la Asamblea Legislativa, que se encuentra fuertemente militarizada. Los campesinos de Viacha se pronunciaron contra el golpe y en rechazo a la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez.
El Ejército y la Policía militarizaron la localidad de Sacaba para impedir que la marcha de los cocaleros de Cochabamba pudieran movilizarse hacia a La Paz.
A pesar de la represión y los ataques de la derecha la resistencia aún se mantiene, como lo muestra la masiva movilización. Como contrapartida, las discusiones y divisiones en El Alto, uno de los primeros sectores en salir a enfrentar el golpe, muestran el rol desmovilizador que puede jugar el MAS al aceptar ir a una transición con los golpistas.
Diputados del MAS y el Gobierno golpista abren una negociación, traicionando la lucha del pueblo
Mientras en las calles se vivía la represión y la resistencia contra el golpe, el partido de Evo Morales tomaba otro rumbo.
La bancada del MAS, que conserva amplia mayoría en la Asamblea Legislativa, finalmente logró ingresar al parlamento luego de incidentes en los que sus diputados fueron reprimidos por la Policía. El objetivo fue sostener una sesión en la que determinó una ley para replegar a las FF.AA a sus cuarteles, con el fin de “evitar mas muertes” y heridos por la represión.
Asimismo fue elegido como presidente de la cámara de Diputados el uninominal de El Alto, Sergio Choque, quien afirmó que buscarán la elaboración de una agenda electoral concertada con la derecha golpista para pacificar el país.
En el mismo sentido se pronunció el senador Omar Aguilar del MAS, quien en entrevistas radiales manifestó: “Nuestro objetivo es pacificar el país, no es bloquear esta gestión de transición de Jeanine Áñez". Desde México, Evo Morales se pronunció por un gran diálogo nacional y declaró estar dispuesto a volver al país si eso contribuye a la pacificación.
Antes había insistido en un sentido similar la autoproclamada presidenta, asegurando que su Gobierno es “provisional” y su objetivo es “restaurar la paz social y realizar elecciones libres en el plazo más breve posible”. Coronando cada uno de sus discursos con alusiones a Dios, la actividad de la nueva “presidenta” estuvo blindada por un fuerte operativo policial y militar.
Los medios bolivianos aseguran que se abrió un diálogo entre el Gobierno golpista y referentes del MAS.
"Estamos en una mesa de diálogo, creemos que es posible pacificar el país", indicó el ministro de la Presidencia del Gobierno golpista, Jerjes Justiniano. Según el ministro, en el diálogo participan delegados de la autoproclamada presidenta y congresistas del MAS, en particular la senadora Adriana Salvatierra -extitular de la cámara alta- y la diputada Betty Yañíquez.
Justiniano aseguro que las negociaciones están en un receso para estudiar las "condiciones" puestas por el MAS para el acuerdo y aseguró: "Si llegamos a un ámbito de pacificación, tienen todas las condiciones para quedarse en el territorio nacional".
Con esa orientación, el Movimiento al Socialismo pretende usar la creciente movilización y resistencia al golpe cívico policial y militar para negociar una eventual participación electoral, dejándoles a los golpistas el control de una eventual transición. Con esta orientación el MAS deja en claro su voluntad de negociar con los golpistas reconociendo y otorgando legitimidad al autonombramiento de Áñez como presidenta y permitiendo que impongan el orden sobre la base de la represión y la persecución política.
Amenazan a periodistas que están cubriendo las movilizaciones en Bolivia
Para confirmar el carácter golpista del nuevo Gobierno, este jueves la ministra de Comunicación designada por la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez señaló: "para aquellos periodistas que están haciendo sedición vamos a actuar según la ley". y completó: "Lo que hacen algunos periodistas bolivianos o extranjeros que están causando sedición en nuestro país, tienen que responder a la ley boliviana".
Ante la pregunta de un cronista sobre si ya se tenía identificados a periodistas o medios que según ella estaban causando sedición, la ministra dijo: "Ya se tiene y el ministro de Gobierno va a tomar las acciones pertinentes en todo esto".
De hecho varios medios internacionales ya denunciaron que sufrieron amenazas, como periodistas de Crónica TV, TN y Telefé de Argentina.
La amenaza contra los trabajadores de prensa rápidamente fue rechazada por muchos sectores. El diputado nacional del Frente de Izquierda de Argentina, Nicolás del Caño, se pronunció en contra y declaró: "Repudiamos la escalada represiva de Áñez y los golpistas, que quieren expulsar a la prensa internacional y atacan a medios alternativos de Bolivia como sediciosos. Quieren ocultar lo que está pasando para encubrir sus crímenes contra el pueblo".
También expresó su repudio la diputada por el Frente de Izquierda de la Ciudad de Buenos Aires, Myriam Bregman: "La persecución a la prensa y la acusación de sedición a periodistas que difunden los hechos es la confirmación del golpe y el intento de encubrir, mediante un bloqueo mediático, los crímenes de este Gobierno ilegítimo. Todo nuestro repudio".
El ataque a la prensa busca acallar a quienes muestran la resistencia en las calles contra el golpe. Sólo la profundización de la movilización, junto con los mecanismos de autoorganizacion y de coordinación de los focos de resistencia, impidiendo todo pacto y negociación con la derecha golpista, podrá evitar que la valiente resistencia que vienen sosteniendo desde El Alto y distintas comunidades campesinas sea usada como moneda de cambio para consolidar y legitimar el golpe de Estado consumado en días pasados.
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