La firma del Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, que congrego a dirigentes y parlamentarios de la derecha, ex Concertación y el Frente Amplio, volvió a traer a la palestra la “cocina parlamentaria”. Acuerdo tomados entre cuatro paredes entre los partidos del régimen, con el objetivo de desviar el proceso de lucha a nivel nacional, una vieja receta que ya vimos el 2006 y 2011.
Dentro de los sectores del Frente Amplio que firmaron se encontraba Gabriel Boric de Convergencia Social, quien firmó a título personal. Esto no paso sin consecuencias dentro de su organización y al día siguiente renunciaron más de 70 militantes de Convergencia Social, dentro ellos el alcalde Valparaíso Jorge Sharp.
Dentro de su comunicado dan cuenta que el acuerdo “es contrario en esencia a las demandas que las diferentes y diversas manifestaciones han enunciado en las calles. Su construcción se realizó por un conjunto de directivas partidarias y parlamentarios que no representan la voluntad mayoritaria de la movilización”.
Además de esta denuncia la presidenta del Convergencia Social, Gael Yeomans, manifestó que el diputado Boric será pasado al Tribunal Supremo del partido.
Sin duda el “cocina parlamentaria” no tiene nada que ofrecer a quienes nos movilizado en las calles durante este mes al contrario, busca desviar este proceso hacia el laberinto del parlamento y por esta vía re-oxigenar el régimen pinochetista.
El tema en cuestión ahora, es que salida dar ante esta trampa del régimen. Y es que el Frente Amplio en su conjunto (incluyendo a Sharp), durante este mes han buscado constantemente diálogos entre el gobierno y la Mesa de Unidad Social.
La denuncia contra la “cocina parlamentaria” debe llevarnos a enfrentar y superar de conjunto a este régimen, no salidas “intermedias” de conciliación con el gobierno y los empresarios. Es por esto que desde espacios de autoorganización como el Comité de Emergencia y Resguardo, además de rechazar este acuerdo, plantean la importancia de levantar la huelga general de manera indefinida hasta la caiga del gobierno de Piñera y desde ahí instaurar una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, en base a los organismos y la movilizaciones de los trabajadores, la juventud y pobladores. | 
