Las y los alteños ocupan la posición estratégica de Senkata con un bloqueo que impide la distribución de carburantes a todo el departamento de La Paz. Con el D.S. 4078 emitido por la autoproclamada presidenta Añez, en el que libera de responsabilidad penal a las Fuerzas Armadas en actos de represión, existe temor que se ejecute una violenta intervención.

Como en octubre del 2003, cuando El Alto enfrentó a Gonzalo Sánchez de Lozada, hoy las y los alteños han vuelto a ocupar la posición estratégica de Senkata, Distrito 8 de esta ciudad, donde se ubica la planta de carburantes que abastece a todo el departamento de La Paz. Esta medida asumida por el movimiento de resistencia que denuncia el golpe de Estado, ya se ha hecho sentir en toda la ciudad, combinando el desabastecimiento de gas con la escasez de otros tantos productos. La situación actual rompe con esa imagen de “normalidad” que pretende mostrar Añez en los medios de comunicación nacionales e internacionales.

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Vecinos y vecinas de diferentes distritos han salido hacia Senkata, para guardar vigilia y “cuidarse unos a los otros”, según señala mujer que teme por la seguridad de sus familiares, ante la gran cantidad de militares desplegados en la ciudad de El Alto.

Se han realizado denuncias de vecinos de base, del despliegue de diversos efectivos, despertando temor en que se ejecute una violenta intervención y masacre, como ocurrió en el 2003 o en pasados días en la ciudad de Cochabamba contra sectores campesinos movilizados.

El pasado 15 de noviembre, Jeanine Añez emitió el D.S. 4078, en el que libera de responsabilidad penal a las Fuerzas armadas en actos de represión, hecho repudiado por organismos de Derechos Humanos Internacionales como la CIDH (Corte Interamericana de Derechos Humanos).

Pese a que el designado Ministro de Gobierno, Arturo Murillo, haya señalado que no se utilizaría la fuerza para desmovilizar la vigilia de Senkata, el temor de las y los vecinos del Distrito 8 y quienes van desde varios distritos de El Alto a reforzar este punto estratégico, se apoya en las brutales represiones que tuvieron por resultado 23 asesinatos (de los que se han logrado contabilizar), casi 200 detenciones a nivel nacional, más de 700 heridos (datos de la CIDH) y ahora el señalado D.S. que dota de impunidad a estas fuerzas represivas.