Hay muchas formas de medir la pérdida salarial de los últimos años, pero todas conducen al mismo resultado: desde noviembre de 2015 los asalariados perdieron un quinto de su poder adquisitivo frente a la inflación.
El salario real para quienes están registrados cayó 20,1 % en estos 4 años, si se compara la evolución del índice de la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (Ripte), que publica la Secretaría de Seguridad Social y la inflación de CABA. Para los no registrados la pérdida es aún peor.
Estos números parecen no interesarle demasiado a la dirigencia sindical, que vive como verdaderos gerentes, mientras la inflación que terminará 2019 superior a 55 % anual afecta al conjunto de los asalariados y sectores populares.
El dirigente cegetista Héctor Daer descartó este lunes la posibilidad de que la central obrera reclame el pago universal de un bono extraordinario de fin de año, al reafirmar que el reclamo deberá evaluarse sector por sector, y que, "donde la actividad dé, el sindicato lo pedirá".
Eso aseguró en entrevistas concedidas a las radios La Red, FutuRöck y El Destape quien es uno de los secretarios generales de la CGT.
Daer fue categórico al señalar que no habrá un bono extraordinario de fin de año "de características universales" sino que la definición será sector por sector, en función de la situación en la que se encuentra cada una de las actividades. Es decir, una adaptación total a los llantos de los empresarios.
Así lo expresó también el referente de izquierda, Nicolás del Caño en su cuenta de Twitter.
De hecho, el referente de la CGT remarcó con total liviandad que aún hoy hay sectores en los que no se completó el pago completo de la asignación no remunerativa de 5 mil pesos para todos los trabajadores en relación de dependencia que, en septiembre pasado y tras la devaluación del peso luego de las PASO, dispuso el Poder Ejecutivo a través de un decreto.
Esta situación no tiene nada de irregular, pues la llamada "recomposición salarial obligatoria" que pactó la CGT con los empresarios el pasado septiembre no fue ni una recomposición de la pérdida salarial que sufrieron los asalariados con la devaluación y el ajuste, ni estrictamente obligatorio.
Por otro lado, Daer destacó la necesidad de "incrementar los ingresos en la base de la pirámide social" y sostuvo que, tras la asunción del nuevo Gobierno, encabezado por Alberto Fernández, "se va a apuntar a la recuperación rápida de ingresos en los sectores más postergados", aunque prefirió evitar "ponerle rótulo" a la forma que tomará esa medida.
Asimismo, Daer insistió con el rol que tendrán las cúpulas sindicales frente al próximo gobierno: "más allá de la formalidad institucional" en cuanto a una reunificación de la CGT, lo importante era señalar que "todas las organizaciones sindicales son parte del proceso político que viene", con un "compromiso de fortalecer este camino hacia adelante".
Por su parte, fue el turno del empresario José Urtubey el que salió públicamente a decir que no hay más plata para repartir. El planteo tradicional de los empresarios para justificar la consumación del robo al salario y retacear el bono de fin de año.
El dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA) José Urtubey subrayó que las industrias terminan 2019 en "un desastre que era anunciado" y que es "muy difícil" hacer frente al bono.
Por ese motivo, el empresario insistió con que "la prioridad" del próximo Gobierno debe estar puesta en "los créditos productivos" para darle "un cebador a la economía para encenderla".
Así lo expresó en declaraciones formuladas este lunes por la mañana a radio La Red, en las que entendió que "el margen es muy difícil" como para poder brindarle un bono extraordinario de fin de año a los trabajadores, en un marco donde "la inflación va estar arriba del 55% y la caída de la actividad industrial va a estar arriba del 5%".
En ese contexto, opinó que "la prioridad" del gobierno que asuma el próximo 10 de diciembre debe estar puesta en "los créditos productivos", más allá de que "va a empezar a haber un veranito de pesos circulando en la calle, que es para el consumo", refiriéndose a una posible política de emisión monetaria al iniciar el próximo gobierno.
Asimismo, el empresario aprovechó para exigir más ajuste fiscal: "el gran ajuste de este gobierno lo hizo el sector privado, no el Estado", sostuvo José Urtubey.
Pero a pesar de lo que dicen los empresarios, es que el verdadero ajuste lo hizo y lo está haciendo el pueblo trabajador. Las patronales, en especial quienes "la levantaron con pala" en momentos del ciclo económico creciente, en las crisis buscan hacer que los costos recaigan sobre los trabajadores. Y así lo están haciendo con los cierres de empresas, los preventivos de crisis (muchos de ellos falsos), las suspensiones y los aumentos de precios, mientras la CGT mira para otro lado.
Por ello es urgente para los asalariados, los jubilados y el pueblo pobre pelear por una inmediata recomposición de lo perdido con Macri, por salarios que se incrementen en forma automática con la inflación y con la prohibición de despidos y suspensiones, entre otras medidas de emergencia frente a la grave crisis social. Es necesario que la CGT y las direcciones sindicales, que se preparan para pactar el ajuste mediante el "pacto social", rompan la tregua y convoquen a un verdadero plan de lucha.
Estas declaraciones de altos empresarios y altísimos burócratas sindicales no hacen más que anticipar un escenario de pactos entre quienes explotan a la clase obrera y quienes la encorsetan para que no salga a luchar por lo que le corresponde. Música para los oídos de Alberto Fernández. Un preludio de los tiempos por venir |