La nueva ministra de Medio Ambiente y Agua, María Elva Pinckert, se reunió con los agroempresarios cruceños para definir la ejecución de un plan inmediato de reforestación en la Chiquitanía, siendo precisamente estos quienes, junto a Evo Morales, impulsaron el decreto 3973, que fue una de las principales causas del incendio que devastó la Chiquitanía y parte del chaco boliviano. |
La nueva ministra de Medio Ambiente, María Elva Pinckert de Paz, del actual gobierno de facto presidido por Jeanine Áñez, ha seguido los pasos del ex presidente Evo Morales y, en una maniobra que ni siquiera le corresponde tomar al ser parte de este supuesto gobierno de “transición”, se ha reunido con el agroempresariado de Santa Cruz para determinar acciones de reforestación en la Chiquitanía. Pinckert, de la bancada del partido Unidad Demócrata (UD), tiene muy buenas relaciones con los intereses empresariales del Oriente y los representa; no olvidemos que durante los años 1995 a 1996 fue Vicepresidenta de la Cámara de Industria y Comercio.
Recordemos que fue precisamente a pedido de la Federación de empresarios privados que se habilitaron 41.235.487 hectáreas como tierras de producción forestal permanente avalando el desmonte de bosques tanto en tierras privadas como comunitarias, lo cual fue una de las causas principales de los terribles incendios que asolaron con 3 millones de hectáreas del bosque seco chiquitano.
Los representantes de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz) y de la Gobernación de Santa Cruz fueron los actores que la ministra Pinckert decidió tomar en cuenta en su plan de reforestación, dejando de lado, no solamente a ambientalistas y ecologistas, expertos en el tema, sino también ha ignorado por completo a las poblaciones indígenas y a las comunidades que habitan en el territorio afectado.
Además, de acuerdo a la Plataforma por el Medio Ambiente y la Vida, la decisión tomada por Pinckert junto al agroempresariado es ilegal, por contravenir varios artículos de la constitución política del Estado:
Art. 343 de la CPE: La población tiene derecho a la participación en la gestión ambiental, a ser consultado e informado previamente sobre decisiones que pudieran afectar a la calidad del medio ambiente.
Art. 345 de la CPE: Las políticas de gestión ambiental se basarán en:
1. La planificación y gestión participativas, con control social.
2. La aplicación de los sistemas de evaluación de impacto ambiental y el control de
calidad ambiental, sin excepción y de manera transversal a toda actividad de
producción de bienes y servicios que use, transforme o afecte a los recursos
naturales y al medio ambiente.
3. La responsabilidad por ejecución de toda actividad que produzca daños
medioambientales y su sanción civil, penal y administrativa por incumplimiento de
las normas de protección del medio ambiente.
Art. 347 de la CPE: I. El Estado y la sociedad promoverán la mitigación de los efectos nocivos al medio ambiente, y de los pasivos ambientales que afectan al país.
Se declara la responsabilidad por los daños ambientales históricos y la imprescriptibilidad de los delitos ambientales. (fuente: Plataforma por el Medio Ambiente y la Vida)
Más allá de que una decisión de semejante magnitud, como es una reforestación, debe hacerse en base a un estudio de expertos (muchos recomiendan hablar de restauración en vez de reforestación). Es del todo inconcebible que los protagonistas de la ejecución de este plan sean precisamente a los que solo les interesa lucrar con la tierra y volverla productiva, a costa de un índice de deforestación alarmante en nuestro país en los últimos años. Además, la ministra pretende ignorar que hay territorios indígenas implicados y que al menos, en el caso de Ñembi Guasu, existe un gobierno autónomo indígena que ni siquiera ha tomado en cuenta.
Esto suma una más a las acciones ilegítimas que ha tomado este gobierno de facto en los pocos días que ha estado en el poder y cuáles son los intereses económicos detrás de ello.
Ahora la gente que salió a bloquear por la "idea democrática" y creía que sólo con el Gobierno de Evo Morales se daban estos atropellos a la madre tierra y a los pueblos indígenas se sorprende al ver qué Añez y su gabinete actúan de la misma manera, y es que nunca entendieron que la derecha no solo era el MAS, sino todo un espectro del que también se estaban rodeando y al que le sirvieron de escalera. No bastó con ser antimasista y ahora pedirle a Áñez que no repita esas prácticas, es pedir peras al olmo. La lucha contra la derecha, como lo fue contra el MAS, estuvo y está en las calles, como ese movimiento de resistencia alteño que hasta algunos intelectuales entre otros, quisieron reducir a "hordas masistas" y "vándalos pagados". |