Se conmemora el Día de lucha contra la violencia patriarcal.El repudio a la violencia machista, el reclamo de aprobación del proyecto de la Campaña Nacional por el derecho al aborto, el rechazo al golpe en Bolivia, la exigencia de "fuera Piñera" y la denuncia al rol del imperialismo en la región están presentes.
Mujeres de distintas organizaciones feministas, estudiantiles, sindicales y políticas marcharon en la Ciudad de Buenos Aires para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que fue proclamado en 1981, en conmemoración de las hermanas Mirabal, asesinadas en República Dominicana, hace casi 60 años, por la dictadura de Rafael Trujillo.
Con una vistosa bandera que señalaba que este 25 de noviembre se marchaba "contra toda forma de violencia patriarcal", las organizaciones destacaron su solidaridad con el pueblo pobre, trabajador, indígena y campesino de Bolivia y con la rebelión popular contra el gobierno chileno. "Abajo el Golpe en Bolivia" y "Fuera Piñera" fueron reclamos destacados en la movilización de este lunes. Una gran muestra de que no existen fronteras, y de que esa solidaridad debe extender en todo el país, porque si ellos, ellas y elles ganan, todes estaremos más fuertes.
La Campaña Nacional por el Derecho al aborto, la Campaña contra las violencias; organizaciones de izquierda, como el PTS/Pan y Rosas; el Partido Obrero, Izquierda Socialista y el MST, que conforman el Frente de Izquierda-Unidad; integrantes del colectivo Ni Una Menos, de AMMAR/CTA, AGD, Ademys y mujeres bolivianas y chilenas que residen en Argentina, fueron parte de la cabecera. Nora Cortiñas, la madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora; Alejandrina Barry, hija de desaparecidos y legisladora electa por CABA (PTS/FIT) y la diputada nacional Romina del Plá, también fueron parte de la cabecera de la marcha. Las organizaciones vinculadas al kirchnerismo no se hicieron presentes.
Con sus trenzas, sus polleras, su mirada puesta en el futuro por el que pelean, muchas mujeres bolivianas se acercaron a la marcha. "Vengo porque en Bolivia nos están matando, porque están quemando nuestra bandera, porque quieren nuestras tierras, porque quieren seguir regalándo Bolivia", dijo a La Izquierda Diario una de las mujeres.
De fondo, al pasar por el Consulado de ese país, las mujeres, lesbianas, travestis y trans acompañaron el grito que en estos días inundó las pantallas de televisión: de "la wiphala no se toca, carajo", dijeron, y cantaron frente a la institución que no admitían "ni golpe de Estado ni golpe a las mujeres".
Las mujeres chilenas que también residen en el país, en su mayoría jóvenes que trabajan y estudian en Argentina, ante la imposibilidad de hacerlo en el país que arde al otro lado de la cordillera, también estuvieron presentes en la organización y en la marcha. Con una performance que realizaron integrantes de la “Asamblea de chilenes de Buenos Aires”, representaron la escena de las represiones que viven en el país, a manos del gobierno de Piñera, con la complicidad de todo el régimen político.
"No son 30 pesos, son 30 años, como dice nuestro pueblo en Chile", cuenta una de las participantes, mientras sostiene un cartel que denuncia que, por luchar contra el régimen de Pinochet, que todos los partidos mayoritarios sostuvieron hasta ahora, las fuerzas represivas intentar amedrentarlas.
"A quienes resisten a la cocina de acuerdos en el parlamento y se manifiestan y se rebelan y salen a la calle, que son decenas de miles todos los días, los matan, los torturan, les disparan a los ojos. Y a las mujeres, a les travestis y trans, les violan. Por eso hice este cartel", cuenta, y subraya "que nada nos va a detener. Esta es la juventud sin miedo".
Metros después, la movilización se dirige a la Plaza. Los cantos frente a la Catedral, desde la que filma un grupo de agentes de la Policía de la Ciudad, con "total normalidad", se multiplican en el día de la condena a los curas del Instituto Próvolo en Mendoza, y en el día en que el Episcopado argentino, aliado a Bergoglio, salió a hablar contra el aborto. "Iglesia, vos sos la dictadura", "ustedes se callaban cuando se las llevaban" e "iglesia y Estado, asunto separado", fueron algunas de esas canciones que se escucharon...hasta que la cabecera se encontró con Norita Cortiñas.
Desde el escenario, la madre de Plaza de Mayo saludó a les presentes, llamó a seguir luchando, antes y después del 10 de diciembre, cuando suceda el recambio presidencial, y se solidarizó con el pueblo chileno y boliviano, con el reclamo de aborto legal ya, con la denuncia a los femicidios y travesticidios, con la exigencia de justicia por Santiago Maldonado, entre otras demandas que acompañaron les presentes con cánticos y aplausos.
"Fuera Piñera" y "asamblea constituyente, libre y soberana", el reclamo de "ninguna negociación con los golpistas" en Bolivia, la solidaridad con las mujeres que resisten en distintas partes del mundo ante los gobiernos ajustadores, el rechazo a los planes del imperialismo y el FMI en la región, estuvieron presentes en el documento que las mujeres leyeron desde un escenario montado en la plaza.
"Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito, acompañamos en esta marcha denunciando que el aborto clandestino también es violencia. Es violencia estatal", dice Elsa Schvartzman, y subraya que "los derechos no se pueden dividir, por eso las luchas se unifican”.
Las que mueren por aborto clandestino, como denuncian las organizadoras, son mayoritariamente mujeres jóvenes, trabajadoras y pobres. ¡Cómo no va a estar unida la lucha por el derecho a decidir de las mujeres ahora que muchas de ellas salen, junto a sus compañeros, a reclamar contra el Golpe en Bolivia o a denunciar a Piñera y al régimen pinochetista!
Aborto legal YA
Nadie puede creer que la decisión de dar marcha atrás con la nueva actualización del Protocolo de atención de los abortos no punibles, se debió a una "decisión inconsulta" del ahora ex ministro de Salud del macrismo (y tambiuén del kirchnerismo), Adolfo Rubinstein. Por eso la movilización también reclamó contra el veto de Mauricio Macri.
“Exigimos la aplicación en todo el territorio nacional del Protocolo por la Interrupción Legal del Embarazo, sin restricciones", dijeron desde el escenario, al tiempo que reclamaron la aprobación inmediata del proyecto presentado 8 veces seguidas por la Campaña Nacional por el Derecho al aborto.
"El debate de 2018 mostró que los partidos mayoritarios, tanto los del actual oficialismo, como el Frente de Todos, que será oficialismo en breve, especulan con nuestros derechos", dijo Sol Bajar, editora de Género y Sexualidades de este diario.
"Por eso también estamos estamos acá, reclamando que el aborto sea ley sin más vueltas, porque es inadmisible que se sigan privilegiando los intereses de las Iglesias, de los gobernadores antiderechos o de los grupos fundamentalistas mientras las que mueren, las que van presas, las que son obligadas a parir, incluso cuando son niñas y han sido violadas, son mujeres. Y son mujeres mayoritariamente jóvenes, trabajadoras y pobres. Por eso mueren, como si nuestros derechos no valieran", agregó.
"Sabemos que intentan devaluar nuestras demandas, pero eso sólo puede llevarnos a una conclusión: para arrancar nuestros derechos, hay que confiar en nuestra propia fuerza, tejer alianzas con la clase trabajadora, con la juventud y con todos y todas los que no tienen para perder nada más que sus cadenas. Nuestro poder es enorme. Eso es lo que también muestran los procesos de los que hablamos en el documento unitario, y eso es lo que de verdad buscan contener todos estos sectores", agregó.
El documento, que se leyó desde un escenario montado en la Plaza de Mayo, denuncia esas maniobras y alianzas entre los gobiernos de turno, las iglesias, los grupos fundamentalistas vinculados a ellas, y exige que se respete el derecho al aborto por causales (vigente hace cien años, según el propio Código Penal), que se apruebe el proyecto de la Campaña (y ningún otro) y que se avance en la inmediata separación de las Iglesias del Estado "para que no sigan siendo las cúpulas religiosas las que decidan sobre la educación sexual, la salud reproductiva y otros derechos elementales que deben garantizar las instituciones del Estado", contó Sol Bajar desde la movilización.