Fotografía: Nico_ flickr
El marco en torno al verde césped no le dejaba imaginar a cada hincha pincha otra cosa que no sea una victoria. Impulsado por esa vorágine de aliento, el conjunto de Mauricio Pellegrino comenzó mejor el partido. A los cinco minutos de juego ya había obligado, en dos ocasiones, la intervención del arquero Fernando Monetti.
A sólo dos minutos de comenzado el juego, el conjunto local tuvo su primer tiro de esquina. Fue ese centro, ejecutado por Joaquín Correa, el que derivó en un remate de Román Martínez dentro del área que encontró la ubicación de Monetti, quien contuvo en dos tiempos.
A los cuatro minutos ocurrió la jugada más polémica del encuentro al no convalidarse un gol legítimo de Estudiantes. Un vendaval de protestas, agudizadas por el descontento popular de las tribunas, estalló en los oídos del árbitro Néstor Pitana cuando un cabezazo de Vera que no pudo ser bien contenido por el arquero visitante, a quien el balón se le escabulló entre las piernas, traspasando la línea en su totalidad.
Por otra parte, una sola llegada de riesgo por el lado de Gimnasia evidenció el protagonismo impuesto por su rival. Si bien ocurrió tres minutos después de la polémica jugada, fue la única del equipo visitante en esa etapa. Omar Pouso cabeceó desviado un tiro libre lanzado por el volante Ignacio Fernández. Mientras que a los 23, Monetti volvió a aguar otro ataque Pincha al atrapar un buen remate de Correa.
Si bien la claridad no fue la característica primordial de un Estudiantes que salió al campo de juego a hacer valer el 0 a 0 conseguido en el partido de ida, por medio de la tenacidad mostró una ambición superior a la de Gimnasia en el primer periodo. Quien, con el efecto contraproducente de saber que sólo convirtiendo un gol complicarían mucho al local (gol de visitante se valida doble en caso de que el resultado global terminara empatado) cedió la iniciativa.
Junto al comienzo del complemento desbordó esa alegría contenida en expectativa que cada hincha Pincharrata contuvo en el pecho durante los primeros 45 minutos. A nada más que a cuatro del pitazo que dio inicio al segundo tiempo, una muy buena combinación por la izquierda entre Paulo Rosales y Correa derivó en un centro de este último al segundo palo para sobrepasar la humanidad del último hombre, Lucas Licht, y encontrar la carrera cargada de revancha del uruguayo Vera. Quien entre su hombro y el pecho fusionó al estadio, colmado de gritos heterogéneos, en uno solo.
Después del tanto, los roles del encuentro se intercambiaron. El conjunto de Pedro Troglio se vio obligado a buscar el gol que empatara el encuentro y, por ende, le diera la clasificación y Estudiantes cedió la iniciativa a la falta de claridad de Gimnasia.
Tentado a los contragolpes, el Pincha defendió la ventaja ante el ímpetu del Lobo. Ímpetu que desprotegió a su arquero Monetti y lo forzó a intervenciones decisivas para que el dueño de casa no aumentara su ventaja.
La posesión de pelota por parte Gimnasia tuvo de aliada a la tan temida falta de ideas. Fue por eso que a pesar de controlar los tiempos del complemento, los visitantes no pudieron quebrantar la resistencia del arquero Agustín Silva y padecieron la derrota.
Con el silbatazo final, las emergentes reacciones dispares volvieron a llevarse todas las miradas. Mientras algunos simpatizantes locales manifestaban con abrazos su alegría, otros decidieron vengar las agresiones que el defensor Osvaldo Bersottini intentó realizarle a uno de sus rivales, lanzándole un botellazo a Monetti cuando se acercaba a la manga queriendo retirarse del campo de juego.
Con esta victoria, Estudiantes consiguió el pase a octavos de final inclinando a su favor el historial en duelos internacionales en este primer enfrentamiento. El equipo de Pellegrino espera al ganador de Peñarol (Uruguay) y Deportivo Quito (Ecuador). |