Durante la jornada de este lunes 25 de noviembre, la ministra de Educación, la siempre displicente Marcela Cubillos, realizó un nuevo ataque contra los profesores: Un proyecto de ley contra el “adoctrinamiento” en los establecimientos escolares. Su argumentación: Videos de estudiantes cantando canciones alusivas al estallido social en curso.
Esto se realizará, en palabras de Cubillos calificando como falta grave el propagar tendencias políticas y adoctrinamiento en las escuelas, planteando incluso el cierre de colegios “si persisten las denuncias de estas prácticas”.
Junto con ello, la ministra igualó la situación observada en videos con el uso de bombas molotov, asegurando que son 2 formas de la misma violencia y mostrando “preocupación” por esta violencia en específico.
Como trabajadores de la educación, desde Nuestra Clase, no podemos sino rechazar absolutamente este ataque, que recuerda los peores tiempos de la Dictadura Militar, donde se persiguió, exoneró, detuvo y asesinó a profesores por su opinión política, y que es una medida que hoy toman justamente quienes reivindican a Pinochet como el nefasto presidente de Brasil, Jair Bolsonaro y su “Escuela sin Partido”.
Cubillos no puede estar más lejos de la realidad. Su discurso contra la violencia y su pretendida preocupación por los problemas de la infancia y la juventud aparecen justamente cuando vienen siendo protagonistas de este estallido social, luego de una serie de medidas para golpearlos como lo fue Aula Segura, la imputabilidad penal a menores de 14 años y el último tiempo el silencio del ministerio ante el actuar de la fuerza policial en el Instituto Nacional, los millares de menores heridos con perdigones y aquellos asesinados como el menor Yoshua Osorio, encontrado calcinado en la empresa Kayser de Renca, pero que después se comprobó que fueron muertos por un proyectil.
O durante el día de hoy, cuando sin mediar preocupación alguna, Carabineros arrojó lacrimógenas al interior de un establecimiento educacional en La Florida, misma situación que también ocurrió a principio de año en un jardín infantil de Temocuicui. Silencio absoluto.
Y es que el gobierno lo que busca es frenar el movimiento estudiantil, tratando como adultos a jóvenes de 14 años cuando se trata afrontar responsabilidades penales, pero excluyéndolos de derechos políticos básicos como votar en las elecciones y opinar sobre política en sus colegios. Al mismo tiempo, quieren frenar la entrada de los trabajadores en escena, siendo los profesores quienes tuvieron contra las cuerdas al gobierno y la propia Cubillos con un paro de 2 meses.
Hoy se pretende acusar a los profesores de la consciencia de los estudiantes, quienes son absolutamente capaces de observar y analizar la realidad en la que están inmersos.
La postura del ministerio es retrógrada frente a los propios avances de la pedagogía y la educación. Los avances en pedagogía han demostrado que niños y jóvenes son sujetos políticos con pensamiento propio y que fomentar eso dialogando la política de los profesores y otros adultos profesionales es importante para el desarrollo de la autonomía. La visión de Cubillos quiere retroceder a los tiempos en donde la escuela pensaba a los estudiantes como sujetos sin voz ni pensamiento propio, como si fueran recipientes vacíos. Eso los margina al papel de excluidos de la política, que coincide con el trato represivo cuando éste se politiza. Es una visión al mas puro estilo de la escuela conservadora del siglo XIX y XX , que se enfocaba en producir futuros explotados y oprimidos. por unanimidad los docentes sabemos que cada estudiante tiene sus posiciones políticas y nuestra labor es ayudar a que se desarrollen, incluyendo, el diálogo y debate con las postura de los adultos.
Los dichos de Cubillos no son más que un ponzoñoso intento del gobierno por mantener una línea de represión y criminalización, como son las querellas bajo Ley de Seguridad Interior del Estado por opinar públicamente ser un opositor al gobierno, donde se buscó encarcelar al joven dirigente Dauno Tótoro. Se quiere seguir coartando la libertad de expresión y opinión fuera y dentro de los establecimientos, como si las causas del estallido social fueran estos jóvenes críticos o sus profesores.
Ante esto decimos con fuerza ¡No! La responsabilidad de la situación actual del país son la derecha de Piñera y Cubillos, defensores de la herencia de la Dictadura y los privilegios empresariales, al igual que la ex Concertación y la ex Nueva Mayoría, quienes mantuvieron y profundizaron esa misma herencia.
Por ello, como trabajadores de la educación, hoy estamos del lado de las legítimas demandas de la calle, impulsando la perspectiva de una Asamblea Constituyente libre y soberana, que se logrará solamente por medio de la derrota de la represión del gobierno y con figuras como Cubillos fuera del gabinete, sin ninguna negociación con este gobierno que tiene sus manos manchadas de sangre.
En este sentido, exigimos a Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores, que desista toda negociación con este gobierno que nos persigue, nos ataca y nos hiere e impulse de forma urgente un paro indefinido, que permita a los profesores sumar las gigantescas fuerzas que mostraron en el último paro. Los profesores llamaron al pueblo a organizar la más grande revolución, es necesario más que nunca hacernos parte de forma efectiva.
"Los profesores llaman al pueblo a organizar la más grande revolución" era la consigna latente frente a la realidad existente, hoy en que se ha producido el despertar de Chile es necesario hacernos parte de forma efectiva, decidida y consecuente en este movimiento y la única forma para ello es el paro indefinido.
¡Fuera Cubillos del MINEDUC!
¡Abajo la represión y la persecución del Gobierno!
¡Paro Indefinido de Educación! |