El acuerdo relámpago post 10N entre PSOE y Unidas Podemos (UP) vino a ser un primer intento de freno frente a las críticas sobre la nefasta estrategia electoral del PSOE y el descenso de representación de Unidas Podemos. Además contó con el terremoto en el hemiciclo derecho con el ascenso meteórico de Vox y la irrelevancia de Ciudadanos, lo que dejaba sin mucha maniobra a la derecha a Pedro Sánchez.
Pero más allá de aquel acuerdo inicial, que ya dibujaba las concesiones de Unidas Podemos en materia de vivienda, pobreza energética o laboral, aún se debe seguir perfilando y debe ir tomando forma concreta en la estructura ejecutiva del Estado. Es decir, hay que validar ministerios y ministros.
En estos flecos se encuentra ahora la negociación entre PSOE y UP, y especialmente en la negociación de una cuarta cartera para la formación de Pablo Iglesias, que en este caso sería ocupada, según las primeras informaciones, por el líder de Izquierda Unida (IU) Alberto Garzón.
Este cuarto ministerio se sumaría pues a los ministerios de Trabajo, Igualdad y Universidades. Es decir, se sumaría al grupo de ministerios en los cuales tiene que desarrollar UP su acción de gobierno.
No es el primer miembro de IU que suena en las negociaciones para ocupar cargo ministerial. Yolanda Díaz procedente de IU ha sonado desde el inicio, ya incluso en las negociaciones fallidas del pasado verano, como candidata para la cartera de Trabajo.
La participación en este gobierno del PSOE del 155 y del “a por ellos” debería ser puesta por la militancia del partido de Garzón al calor de las experiencias pasadas de la formación.
La última y más sonrojante la convivencia en la Junta de Andalucía, donde cogobernaron con el PSOE de la trama de los EREs que recientemente ha supuesto un varapalo judicial histórico para la formación de Sánchez.
Porque sí, ese y este PSOE son el mismo partido garante de este régimen monárquico. El caso de los EREs no es cosa del “siglo pasado” como desde Ferraz se excusan con una cara de vergüenza increíble. Como también es de este siglo el apoyo de Gobierno de Sánchez al golpista Guaidó en Venezuela, o sus negocios con Arabia Saudí en su masacre sobre Yemén o el apoyo a Erdogan en su persecución al pueblo kurdo. Es el ADN de un gobierno burgués e imperialista como el que están construyendo el PSOE y Unidas Podemos.
Frente a una crisis de representación de los partidos de la “casta”, ante la represión del pueblo catalán por el democrático derecho a decidir y ante las tormentas que se avecinan en el plano económico, UP e Izquierda Unida han apostado todo a ser el sostén por izquierda de este régimen caduco.
Ni eliminación de la reforma laboral, ni cuestionamiento a la ley mordaza, ni ataque a la especulación de los alquileres, ni atisbo de soluciones estructurales frente a la pobreza energética. Todo un reguero de concesiones que Unidas Podemos y sus socios de Izquierda Unida han ido dejando por el camino con el único objetivo de formar parte del gobierno de Pedro Sánchez. |