El estallido social que lleva más de 40 días, ha cuestionado todo el orden social en Chile. Los jóvenes, hemos estado en la calle, en asambleas, organizándonos para ir a marchas y manifestaciones después de la pega, estamos en primera línea, salimos a la calle y hay represión, despertamos y nos quieren dormir con balas en la cara.
Se nos persigue en los trabajo y como represalia nos echan a un lado con despedidos para causar miedo, esta lógica empresarial de adoctrinamiento, es porque nos temen. La huelga general del 12 de noviembre, demostró todo nuestro potencial, pues el paro fue casi total en las ramas de salud y educación, públicos y municipales, los portuarios detuvieron el 95 % de los puertos, y sectores mineros también pararon.
El miedo también se explica por ciertas concesiones que han realizado los empresarios. Como el alza de salarios en empresas privadas, y el fin del subcontrato en ciertas universidades. Estos triunfos son conquista de la movilización y de años de lucha sindical por nuestras condiciones. Tenemos que ir por mas y vencer la represión
En Komatsu, transnacional japonesa, la gerencia desconoce beneficios, persigue con los despidos a quienes alzan la voz, dos amigos, con quienes veníamos hablando y organizándonos en asamblea, los botaron a la calle por llamar a votar a paro el 12 de noviembre, infunden miedo. Como hacemos mantención de maquinaria para la minera Pelambre de Andronico Luksic, las jefaturas que dicen a los trabajadores en la fabrica, “junten plata” que no viene tanta producción, amenazándonos que nuestra estabilidad laboral no es segura. En la fabrica de tolvas Komatsu, despidieron a 40 soldadores, los más antiguos y organizados en el sindicato DT. Buscan desbaratar a las organizaciones sindicales, previo a negociaciones colectivas, incorporando la figura de subcontratación, y nuevos contratos que desconocen beneficios ya ganados por los trabajadores.
Todo este chantaje, para justificar los despidos, reducción de beneficios, es porque nos temen, Piñera y los empresarios están haciendo un plan preventivo para adoctrinar a los trabajadores, expresión de esto es CODELCO, demandando a los sindicatos de Chuquicamata, por hacer efectiva la huelga general dos días en octubre, la idea de leigslar el uso de tropas militares en sectores estratégicos como puertos, metros y hospitales.
Aun así, los trabajadores estamos demostrando nuestra fuerza, hay conflictos entre sindicatos y empresas, al querer disminuir contratos colectivos y no reconocer beneficios, ante esto los recolectores de basura en Quilicura quienes paralizaron contra las condiciones precarias de trabajo, los 400 trabajadores subcontratistas de ENAP quienes marcharon contra las malas condiciones, los y las trabajadoras de Metro Santiago quienes se opusieron a que la empresa descargue sobre los costos de la reconstrucción, lo mismo con las manifestaciones de las trabajadoras de Líder en Punta Arenas. En Antofagasta, los trabajadores de la industria de SGS y Bureau Veritas paralizaron para el paro del 26 de noviembre.
Para que esta fuerza se despliegue, hay que superar a las burocracias sindicales y su estrategia de luchar a "cuentagotas" con el único fin de sentarse a negociar, tenemos que exigir la preparación de un paro escalonado nacional. Esta vez no pueden quedar sin paralizar áreas estratégicas del transporte público, aeropuertos, industrias y forestales. Es urgente que mesa social convoque a asambleas para discutir, ninguna persecución y despidos a los trabajadores por movilizarnos, el salario mínimo 500 mil ya la reducción de la jornada laboral, en los centros productivos. Un plan de lucha para unificar a todos los trabajadores a nivel nacional, para hacer frente a la represión de Piñera y los despidos. |
