Luego de confirmarse el resultado electoral, el nuevo presidente electo Luis Lacalle Pou comenzó a delinear sus propuestas para el quinquenio.
Si bien la ley de urgente consideración que anunció para sus primeros días en el cargo continúa siendo un misterio; los nombres que se manejan para su gabinete, así como distintas declaraciones y lo que ya se conoce del programa de la coalición, marcan la tónica de lo que se puede esperar durante el gobierno encabezado por el Partido Nacional.
La situación será especialmente difícil para los trabajadores y sectores populares; aunque Lacalle en la campaña electoral se cuidó de no decir explícitamente como procederá, es indudable que un ajuste de características neoliberales será el escenario más que probable.
Cuanto se podrá llevar delante de lo que realmente piensa dependerá también de la resistencia que encuentre de parte de los trabajadores; pero la reforma de la seguridad social, un ajuste fiscal y avances sobre las condiciones laborales serán parte central de sus propuestas.
La experiencia con los distintos gobiernos blancos y colorados que se sucedieron desde el retorno democrático muestra la importancia de la organización y movilización popular para enfrentar las políticas económicas que se intentaron imponer en beneficio de los empresarios y las multinacionales
“La postura de la Central sindical ante el próximo gobierno será de diálogo”
Desde la central sindical sus dirigentes se han parado frente al presidente electo desde una postura de diálogo y buen relacionamiento.
Su presidente, Fernando Pereira ha declarado recientemente “… no parto de la base de que hay que generar conflictividad porque haya llegado al gobierno Lacalle Pou, ello dependerá del oído que preste a las demandas sociales.
Pereira, parece pararse desde una posición de que no hay que prejuzgar, generando expectativas de que el nuevo gobierno puede ser inofensivo para los trabajadores. De hecho también ha declarado en una entrevista en El Observador que “parto de la base que Lacalle Pou es lo suficientemente inteligente para interpretar estas señales adecuadamente” ( en relación a los límites que tendría para sus reformas”).
No se trata claro está de una postura ingenua o de desconocimiento por parte de Pereira acerca del programa y el proyecto político del nuevo presidente. Cualquier dirigente sindical sabe que el gobierno viene a ajustar, con una agenda antiobrera y dispuesto a recortar conquistas. La posición de Pereira es más bien una estrategia política, que cree que se pueden frenar los futuros ataques en base al buen relacionamiento.
En lugar de confiar en la movilización de la clase trabajadora y en su organización, intenta poner a los trabajadores en una posición pasiva, como si con las palabras y el dialogo se pudiera frenar a los representantes políticos de la derecha más rancia.
Estos dirigentes sindicales que cuando el Frente Amplio estaba en el gobierno nos querían hacer creer que era “nuestro gobierno” ahora que ganó la oposición neoliberal, y en momentos en que vienen tiempos de ajuste, nos intentan convencer que no hay que apresurarse y que Lacalle puede ser sensible a las demandas del movimiento obrero.
Evidentemente con dirigentes así no se podrá enfrentar al gobierno, ¿tienen ilusiones que la derecha neoliberal tiene algo para ofrecer?
Este tipo de posiciones desarman políticamente a la clase trabajadora, la dejan en un lugar pasivo y desmovilizado; todo lo contrario a lo que se requiere en un momento así.
Pereira tuvo también palabras de reconocimiento hacia Larrañaga, “tenemos un vínculo de mucha confianza con Jorge Larrañaga, lo hemos cultivado durante 20 años” ¿Así se refiere un dirigente sindical al abanderado de la reforma represiva “Vivir sin Miedo”? ¿Así habla del futuro ministro del interior que da clara señales que actuará con mano dura y apañará a las fuerzas represivas? Lacalle ya ha dicho que no permitirá ni los cortes de ruta ni las ocupaciones, y sabemos que dudarán en reprimir cuando encuentren resistencias de parte de los trabajadores. Sin embargo Pereira se esmera por mostrarse negociador y busca tender puentes con el nuevo gobierno.
Recuperar los sindicatos para los trabajadores
Estos dirigentes ya demostraron que no están a la altura de las necesidades de la clase trabajadora, su estrategia es el regateo y la negociación para obtener migajas y no la lucha y la movilización para enfrentar decididamente a un gobierno que viene a imponer un ajuste antiobrero.
Los trabajadores tenemos que recuperar los sindicatos; construyendo agrupaciones clasistas que se propongan enfrentar a la derecha con los métodos tradicionales de la clase trabajadora y con democracia obrera; solo así podremos conquistar nuestras demandas.
Entre otras cuestiones hay que luchar por un aumento de salarios inmediato, poner a producir bajo control de sus trabajadores a toda fábrica que cierre y oponer a los despidos el reparto de las horas de trabajo sin pérdida salarial; planteando un plan de lucha si intentan cambios en las condiciones laborales con exigencias de aumentos de productividad o pérdidas de derechos. |