El presidente electo Alberto Fernández anunció que prorrogará el actual Presupuesto 2019 y que recién en marzo próximo en enviará un nuevo proyecto de ley que sea tratado por el Congreso nacional. “No tenemos tiempo material para realizar” uno nuevo, fue la explicación de Alberto Fernández en diálogo con el canal de noticias C5N.
“Voy a prorrogar el actual presupuesto y cuando estemos en condiciones vamos a enviar otra ley al Congreso”, sostuvo el próximo presidente que asumirá el 10 de diciembre. De esta forma, evita que el Congreso discuta el próximo presupuesto de la administración nacional por lo menos por 3 meses más, en los que seguirá rigiendo el del año 2019.
“El presupuesto de (Mauricio) Macri no tiene ninguna lógica, habla de una economía en crecimiento y una inflación acotada, no tiene nada de serio”, advirtió al rechazar la propuesta presentada en septiembre pasado por el actual ministro de Hacienda, Hernán Lacunza.
Efectivamente, el Presupuesto de 2020 enviado por Hernán Lacunza al Congreso es un esquema de ficción, como suele suceder todos los años en los distintos gobiernos.
Contempla un dólar de $ 67 en promedio y una economía en crecimiento a un 1 %, además de una inflación del 34 %. Objetivos que están muy lejos de lo que pueda garantizar el gobierno de Fernández, siendo que a pesar de las promesas de mejora el próximo año continuará la recesión bajo una economía orientada a priorizar la deuda.
Sin embargo, los argumentos brindados por el futuro presidente no son suficientes para justificar que el Congreso no pueda debatir cuál debe ser el Presupuesto para el año 2020. Incluso, las versiones anteriores indicaban que el próximo gobierno estimaba enviar uno en las próximas semanas para ser tratadas en sesiones ordinarias y de ser necesario, extraordinarias.
El proyecto presentado por Lacunza y Macri nunca fue discutido en el parlamento.
“No quiero tener un Presupuesto y a los 10 días tener que modificar partidas”, agregó al justificar que se debe tomar un tiempo prudencial para armar la denominada “ley de leyes”.
De esta forma, Fernández seguirá utilizando el presupuesto 2019 para el funcionamiento de la administración pública. Este había sido delineado en 2018 bajo las órdenes del FMI de aplicar un plan de ajuste para garantizar los pagos de deuda, y aprobado en ambas cámaras con el visto bueno de la oposición peronista. | 
