Esta semana el presidente del Banco Central, Mario Marcel, presentó ante la Comisión de Hacienda del Senado el último informe de política económica del Banco Central, en dicha presentación afirmó que, de seguir las protestas, Chile "retrocedería 27 años".
Agregó que “no somos portadores de buenas noticias, pero estamos convencidos de que el país hoy necesita que su Banco Central le hable con franqueza, honestidad y respaldo técnico, pues es a partir de ahí que podrá enfrentarse la crisis social que vivimos”.
Para Marcel "las proyecciones de este IPoM hablan de caídas de la actividad, grandes pérdidas económicas para algunos sectores, destrucción de empleos".
El temor a las protestas por parte del Presidente del Banco Central esconde en realidad el temor de que los más ricos de este país pierdan sus privilegios, vean cuestionado su poder y bienestar.
Amenaza con que de mantenerse la actual situación política y social "la distribución del ingreso, retrocedería 27 años, hasta los valores que exhibía a comienzos de los 90“, develando así que no entendió nada, que los últimos 30 años fueron de desigualdad, de pensiones y salarios de hambre, de trabajos precarios, sin derecho a la salud, a la vivienda, a la educación. Hay muchos que no tienen nada que perder, hay otros que tienen muy poco que perder y otros tantos más están cansados de vivir endeudados, de las violencia de género promovida por el Estado de Chile o la represión que se ejerce contra el pueblo mapuche, los estudiantes o todo quien se quiere movilizar por sus derechos.
El presidente del Banco de Chile hace una proyección desde el miedo y desde el eterno cuidado a las grandes fortunas de este país. Sea cual sea el escenario, los trabajadores, mujeres, pobres y el pueblo mapuche sabremos que ellos, los de arriba, los capitalistas, siempre querrán que nosotros paguemos el costo más caro, tanto en escenario de bonanza económica como en las pesadilla que se imagina Marcel como lo fueron todos los años del boom del precio del Cobre. |
