“Con unidad, movilización y lucha ANEF enfrentará la agenda de criminalización, despidos y la pretensión de descargar sobre el Estado y sus funcionarios/as los costos de la crisis social”. Con este título ANEF llamó este 6 de diciembre al paro nacional propuesto para el día 10 del presente mes y en el marco de la mesa de negociación del sector público con el gobierno frente al reajuste salarial del sector.
Si bien a nivel nacional hemos evidenciado un descenso en la intensidad de las movilizaciones respecto al primer momento del inicio de la rebelión y que tuvo su punto más alto en la jornada de huelga general del 12 de noviembre, el desarrollo de diversos focos de huelga, paros y movilización de sectores de trabajadores es un elemento fundamental que se empieza a desarrollar luchando por sus demandas y enfrentando las leyes de la herencia pinochetista.
Uno de los aspectos para obstaculizar y frenar la entrada de sectores de trabajadores desde sus lugares en la economía, es lo que se pretende con la agenda represiva implementada por el gobierno- con los votos de la ex Concertación y partidos del Frente Amplio, y la abstención del Partido Comunista-, y que se traduce en penalizar paros laborales en ciertas actividades económicas que interrumpan servicios públicos; la interrupción del tránsito de personas o vehículos; las toma de terreno y edificios; las agrupaciones y organizaciones que llamen a movilizarse. Con la ley "anti-protestas" del gobierno las paralizaciones en servicios públicos como hospitales u otros sectores de salud serán "delitos". Por ello desde la ANEF han convocado a rechazar esta ley entre otros puntos.
Además de ello, los gremios se encuentran en el marco de la negociación del reajuste salarial del sector público. La semana pasada el gobierno dio a conocer el porcentaje de reajuste propuesto de 2.7% para el tramo que gana hasta $750.000 y luego solo de 2.5% hasta un millón 700 mil pesos. Correctamente fue catalogado como “anti-ajuste” debido a que ni siquiera considera el IPC acumulado que será en los hechos una rebaja considerable a los funcionarios públicos, pues además se estima que subirá la inflación los próximos meses.
En este escenario es que la ANEF hace un llamado al resto de las organizaciones que componen la Mesa del Sector Público a paralizar este 10 de diciembre. Esta es la respuesta que debemos mostrar ante los ataques del gobierno y por nuestras condiciones, con el paro y la movilización y fortaleciendo nuestra organización.
Esta lucha puede y debe ganar. Debemos ser miles movilizados y con un gran paro mostrar que podemos ganar. El triunfo de los trabajadores públicos por el aumento salarial y mejores condiciones de trabajo, así como contra los despidos y contra la maldita ley "anti-protestas", representaría un paso adelante de todas y todos los trabajadores para pelear por nuestras demandas que tanto el gobierno como los empresarios nos niegan. Si se transforma en un gran paro tendremos fuerzas para frenar sus ataques y para conquistar por lo que nos hemos movilizado estos más de 50 días.
Sin embargo, para ello debemos preparar esta lucha desde las bases, con asambleas deliberativas de base, con delegados mandatos y comités de huelga. Con real decisión de las bases, pues las cúpulas burocráticas ya bajaron el petitorio del 7% al 5.5% sin ninguna consulta a las bases. Otros gremios como la Confusam, hicieron caso omiso de este llamado manifestando el desacuerdo a la cifra del reajuste, pero sin un plan de lucha en las calles para hacerle frente. Estas disputas burocráticas juegan en contra de nuestras demandas y debilitan nuestra organización.
Es más necesario hoy que desde las bases de trabajadores y trabajadoras, desde profesores, la salud y demás sectores, exigir las asambleas y la elección de comités de huelga, así como buscar la coordinación desde las bases y no de las cúpulas burocráticas, y exigir asambleas comunes entre todo el sector público para preparar un plan de lucha progresivo que detenga los proyectos de ley que intenten criminalizar la protesta social con el paro y movilización, que permita conquistar nuestras demandas y unificar nuestra lucha con el conjunto de las y los trabajadores.
No podemos ser las y los trabajadores quienes debamos soportar el ajuste de empresarios y de este gobierno, es momento de organizar la lucha contra ellos apoyando cada pelea en los lugares de trabajo y empresas y en este caso fortaleciendo el paro nacional de todo el sector público, para que cada lucha permita recuperar fuerzas fortaleciendo nuestra organización y prepararnos para derribar todas las herencias y leyes laborales del pinochetismo. |