Tras dos años de conducción del Frente de Estudiantes Independientes (FEI) -una coalición de organizaciones independientes (algunas pertenecientes a Patria Grande, filokirchneristas, reformistas e independientes) la federación no pudo recuperar la importancia que supo tener a mediados de la década pasada, momentos en los que servía como espacio de organización y discusión de la política estudiantil. Muestra sobrada de ello fue que durante el primer día del Congreso no funcionaron las tradicionales comisiones de discusión.
La elección se concretó alrededor de las cuatro de la madrugada y tuvo como protagonistas tres listas: la que resultó ganadora “Unidad estudiantil 20 de diciembre”, frente conformado por la CEPA (PCR) y el Frente de Estudiantes independientes (conducción saliente de la FUC), que obtuvo 61 votos. El frente “La Azurduy” (La Jauretche, Miles, Compromiso Estudiantil), que obtuvo 43 de los votos de los congresales. Por su parte, y en tercer lugar, quedaron los estudiantes del frente “La izquierda de Comahue”, conformado por organizaciones independientes y la izquierda trotskista del FIT, que obtuvo votos de 30 delegados.
La sorpresa de la noche fue la acreditación de los sectores estudiantiles kirchneristas que conformaron la lista “La Azurduy”. Los sectores oficialistas desde hace al menos una década no participan en el Congreso de la FUC.
Esta novedad no fue tan sorpresiva si contemplamos lo benéfica que puede resultar la coyuntura electoral nacional y el triunfo del kirchnerismo en las últimas elecciones de rectorado para las organizaciones estudiantiles como Miles, la Jauretche y Compromiso Estudiantil, quienes han recuperado a lo largo de 2014 varias conducciones de centros de estudiantes importantes como las de las facultades de Derecho y Ciencias Sociales (con sede en Fiske Menuco) y Humanidades (en Neuquén).
La derecha estudiantil (en sus distintas tonalidades) empieza a tener un mayor respaldo político e institucional desde el desembarco kirchnerista en la UNCo y el lugar estratégico que el gobierno viene otorgando a las universidades nacionales (vinculando las carreras al “modelo” de reprimarización y extranjerización económica). Mas aún para “la estrategia del consenso forzoso” sobre temas controvertidos como las acreditaciones –ampliamente resistidos en Comahue- es necesaria la complicidad estudiantil. En ese marco está el intento de recuperar la Federación universitaria para los sectores oficialistas.
La nueva situación plantea un doble desafío tanto para la conducción electa de la FUC como para el conjunto de las organizaciones de izquierda que deberán tenderse estrategias para no quedar aislados de las bases estudiantiles en un año donde las discusiones políticas apremian. |